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Si había buscando buenas combinaciones, estaba de total suerte: domingo por la noche, tormenta, una hermosa chica en mi cama, muchas mantas y buenas peliculas.

Wynonna y Doc, su marido, habían salido todo el fin de semana a un pueblo cerca de aquí. Y yo me había quedado totalmente sola. Para mi suerte, Nicole no tenía los días ocupados, por eso decidí invitarla a que se quede conmigo. Realmente la soledad no era buena amiga mía.

-Waves, ya es la tercer película que miramos. ¿Por qué mejor no bajos abajo, preparamos algo para comer y estiramos las piernas? 

-Pero me gusta estar en la cama abrazada a ti. - Le hice un puchero y ella me miró de costado, sonriendo.

Se levantó de la cama, acomodando sus shorts negros. Luego, me tendió ambas manos pero yo no le hice caso y me hice una bolita. 

-Cielo, vamos. Tengo hambre y ya no quiero palomitas.- Me tomó como si fuese un bebé y empezamos a reír. No me quedó más remedio que levantarme de mi refugio.

Con lo poco que había en la heladera, hicimos un revuelto de verduras y destapamos un vino blanco para acompañar. Nicole se comió todo en cuestión de segundos, me sentía un poco culpable al verla comer con esa desesperación porque habíamos comido muchas cosas chatarra. Pero al mismo tiempo me daba mucha ternura...

-Dejá de mirarme. - Sus mejillas se pusieron coloradas, mientras bebía vino de la copa que estaba en su mano.

-Eres demasiado linda, Nicole. - Dejé la copa en la mesa y me senté en su regazo. Le di muchos besitos en la mejillas derecha, ella tenía los ojos cerrados.

-Te quiero, Waves. - Me dijo y yo sonreí.

-Te quiero también, bebé. 

Estaba abrazada a su cuello, encima de su regazo, mientras ella estaba sentada en el sofá con sus brazos rodeando mi cintura. Estabamos mirando algún reality show que estaban pasando en aquel momento en la televisión. 

Un ruido proveniente de afuera nos sorprendió. Abrí los ojos grandes y rapidamente miré a mi chica. Ella tenía el ceño fruncido. 

-Debe ser el viento, o la lluvia. - Me dijo tratando de no preocuparse. 

Levanté mis hombros y volví a ponerme en la posición anterior. Pero un par de minutos después, otro ruido pero un poco más fuerte. Parecía que alguien estaba en el granero detrás de mi casa. El ruido parecía como si algo se hubiese caído. 

Nicole se levantó y comenzó a espiar desde la ventana, yo detrás de ella. 

-Es el granero, debe haber alguien ahí que se está refugiando. - Dije un poco asustada.- Voy a ir a ver, quizas sea alguien sin hogar.

Mis pensamientos empezaron a volar, imaginaba a un pobre hombre sin casa, sin familia, que sólo quería tener una noche sin mojarse. No me molestaría darle unas mantas y algo de comer...

Fui hasta el pequeño cuarto donde guardabamos las herramientas y cosas que no usabamos para el hogar, tomé dos linternas LED de mano. 

-Espera, voy a buscar mi celular. No quiero verme sorprendida por algun ladrón o algo así. - Dijo Nicole, corriendo hasta mi habitación para buscar su telefono celular. 

Mientras coloqué unas viejas converse rojas en mis pies y una manta que cubría mis hombros. La colorada bajó luego, con el móvil y una sudadera con capucha. Me tomó de la mano y nos dirigimos despacio, tratando de no hacer mucho ruido hacia el viejo granero. No estaba ningúna luz prendida, había mucho viento y truenos también, eso me asustó un poco.

Cuando estuvimos en la puerta, le pasé una linterna a Nicole y las encendimos. Ella contó hasta 3 con sus dedos y entramos con urgencia, tenía un poco de intriga y miedo.

Alumbramos los primeros pasos que hicimos, pero no se veía nada. Me acerqué rápido al botón de la luz y la encendí.

Todo se veía mejor, pero no había nadie ahí. Sólo los cubos de agua y otras herramientas estaban desparramadas en el suelo. 

-Sólo fue el viento, nada de que preocuparse cielo. - Sonrió mi chica, mostrando su hoyuelo.

-Por un momento pensé que era un señor. - Dije acercandome a ella besando sus labios mientras rodeaba su cintura con mis brazos.

Volvimos a escuchar un ruido, me paralicé. Sin dudas alguien estaba en ese lugar. 

Nicole se desprendió del abrazo, buscando con la mirada. Su cabello estaba despeinado y su ceño fruncido. Era hermosa... mierda Waverly, concentrate.

-Sh...- Se estaba acercando a una esquina, donde había mucha paja. Cuando estuvo a unos pasos, señaló como que estaba ahí. Pero era un montículo muy pequeño, una persona mayor no entraba ahí. 

Se agachó y comenzó a sacar paja con sus manos, sonriendo. Segundos después, un pequeño gatito asomó la cabeza. Nicole lo tomó y me lo mostró.

Por su apariencia, era un gato bebé. Su pelaje es naranja con pequeñas manchas amarillas, sus ojitos color gris y la nariz rosada. Nos miraba atentas a ambas y yo no pude contener, corrí hasta ellos para acariciar el pequeño felino.

-¡Es un bebé perdido!- Nicole estaba fascinada, lo acercó a su mejilla y cerró sus ojos, disfrutando del pelaje suave.

-Vamos adentro amor, así le damos leche. 

Corrimos hasta la casa de nuevo, donde saque un pequeño bols para colocarle leche, dejamos al gatito junto a éste y enseguida comenzó a tomar.

Nos quedamos mirando aquella tierna escena, Nicole abrazandome por detrás mío, colocando su barbilla en mi hombro y abrazando mi cintura.

-¿Deberíamos quedarnos con él?- Preguntó.

-No lo sé, yo no lo podría tener porque Wynonna es alérgica.- Dije con un puchero.

-¿Puedo quedarmelo?

-¿Te gustaría tenerlo?- La miré, sus ojos brillaban y su sonrisa era enorme.

-¡Claro! Amo los gatos, por dios. Además me haría compañía los días que no estás conmigo.

-Eres tan tierna. - Le dije besando su mejilla.

Una hora después, estábamos en el living tiradas en la alfombra, mirando como el gatito daba pequeños saltos y jugueteaba con un cordon de la zapatilla de Nicole.

-Oye, no es un macho. Es una gatita. - Dijo la colorada, riendo.

-Deberías ponerle un nombre con estilo.

Pensó unos minutos, sentándose en la alfombra roja, mordía su labio inferior.

-Calamity Jane. 

-¿Calamity Jane? - La miré extrañada, era un nombre bastante raro.

-Sí, me encanta. De chica quería tener un gatito y ponerle ese nombre pero mi madre nunca quiso tener animales en su casa... asi que bueno, esta es mi oportunidad.

Comencé a reír y me acerqué a sus labios, quedando encima de ella.

-Te quiero tanto, idiota.

*         *        *

Hey, ¿Cómo están?

Sólo quiero agradecerles por hacer crecer de a poco este fic, comenzamos con muy pocas visitas y ahora estamos casi por los 2K, y en 7 capitulos! Me han dejado sin palabras. 

Amo este ship y siempre que escribo lo hago con mucha dedicación. Espero que lo estén disfrutando tanto como yo disfruto de escribirlo. 

Que estén bien! Y de nuevo... muchísimas gracias.


Coincidencia. PAUSADA [Wayhaught]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora