De pequeño me hablaron de que tendría que sudar para poder comer, para poder tener una casa y para poder mantener a mi familia. De pequeño me hablaron de que tendría que estudiar, aunque no quisiera, de que tendría que soportar un trabajo insoportable y de que tendría que levantarme temprano, porque si no, llegaría tarde y me acabaría quedando sin trabajo. Pero nadie me hablo de los sueños. Nadie me hablo de escuchar las llamas de mi alma, ni de seguir las flechas que proyectaba mi corazón palpitante, latiendo a gritos para ser tomado en cuenta. Nadie me hablo de lo que nos hace humanos, del sentido de la vida (El cual es distinto en cada persona) o de cómo seguir creyendo en mí cuando nadie más me tenga fe. ¿Cómo voy a confiar en quienes me ocultaron la parte más bella de la vida? Por primera y última vez debo reconocer que hay algo que no puedo hacer.
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Lagunas Mentales
PoetryAños de ahogo resumidos en unos cuántos capítulos que te llevarán a sacar esas emociones reprimidas solo con el poder de una palabra bien colocada. Este paseo por las lagunas de el sector te hará pensar tanto en quienes saltaron a ellas con el fin d...