Luna de mis insomnios,
te escribo por la noche.
Lo lograste de nuevo.
Me encuentro en medio de esta habitación sin poder conciliar el sueño, como cada noche. Intento sacarte de mi cabeza, pero es que no quiero. Tú debes estar durmiendo, con la cabeza apoyada en tus sueños. Ya te digo que las paredes no son buena compañía, recalcan ese contraste entre la felicidad que siento evocando historias ficticias de las que somos protagonistas y esa tristeza al recordar que son solo fantasías. ¿Para qué mentir? Me matan las ansias de volver a verte. Muero por decirte que mataría por ser el amor de tu vida, pero son las 3 de la madrugada y la luna me ha dicho que despertarte con una llamada sorpresa a estas horas no es demasiado prudente. ¿Qué sé yo de ser prudente? Estoy a punto cortarme con el filo de minutero. He dado tantas vueltas a la habitación que me siento preparado para darle la vuelta a júpiter y volver caminando. Creo que el sueño no me deja pensar, aunque estando contigo me pasa lo mismo. Este lugar es un desierto de hielo y estoy comenzando a alucinar con tus ojos, que son mi oasis.
Luna de mis insomnios,
mi corazón va a estallar,
pero al menos lo notarás
porque mi corazón
es tuyo.
ESTÁS LEYENDO
Lagunas Mentales
PoezjaAños de ahogo resumidos en unos cuántos capítulos que te llevarán a sacar esas emociones reprimidas solo con el poder de una palabra bien colocada. Este paseo por las lagunas de el sector te hará pensar tanto en quienes saltaron a ellas con el fin d...
