-Pero laguna, tal como ella dijo: Nada es para siempre.
-¿Y entonces, de quién fue el gran error?
-Ella me quería cambiar y yo quería cambiar su mundo.
-Entonces, ¿De quién fue el error?
Solo se escuchó a Laguna susurrando olas por unos cuantos segundos, hasta que el humano respondió, un tanto dudoso:
-Supongo que de ambos.
Laguna guardó silencio. Ella sabía que cuando los humanos asumen la culpa de otros es porque realmente los quieren.
ESTÁS LEYENDO
Lagunas Mentales
PuisiAños de ahogo resumidos en unos cuántos capítulos que te llevarán a sacar esas emociones reprimidas solo con el poder de una palabra bien colocada. Este paseo por las lagunas de el sector te hará pensar tanto en quienes saltaron a ellas con el fin d...