Levitando en el vacío.

Capítulo Siete.

Richard miró sus manos y quiso llorar, no es que tuviera cemento o sangre si no por el recuerdo de lo que esas mismas extremidades habían hecho. Él era el culpable, él lo había hecho...

-Richard.

El chico en auto reflejo se llevó las manos a la cara, limpiándose las lágrimas que habían amenazado con salir. Eres un líder se dijo, no puedes llorar, no puedes.

Aunque una voz le susurró otra cosa.

¿Y por qué no puedes? ¿Por qué eres el líder? Porque tu Mejor Amigo decidió largarse con esa tipa, y sabes él ni siquiera te lo dijo. Te dejó solo. Solo. Como debería de ser, Richard como debería de ser...

Se estremeció ante la idea, pero ciertamente lo que más le aterraba era el hecho de que él hubiera pensado en aquello. Tolomeo era su amigo. Y un amigo nunca lo dejaría solo. Al intentar calmarse y suspirar, la chica se acercó a él. Con su normal expresión fría y seria observó como esta se paraba frente a él.

-¿Nada? - preguntó cuándo capto la expresión depresiva de la chica.

Ella negó.

-Ni internet, ni google ni mucho menos Facebook o Instagram. Y bueno...hay algo muy raro...

Richard dejó vagar la mirada en sus risos rubios, no podía verla a la cara. No después de haberle hecho eso a él...

-...Hay una casa a unas calles que se está quemando.

Richard no entendió la importancia de ello, pero por alguna razón hacia que le picara la curiosidad. Como de la misma manera al ver una portada linda de un libro, pero vaya sorpresa cuando se trataba de un roído y mal libro.

-¿Y eso que tiene de importante?

Sus ojos se cruzaron, y como ninguno de ellos tenía la voluntad para hacerlo, sus miradas fueron al piso y a la ventana. Un aura tenso y frio se divagó entre ellos, después de lo ocurrido ninguno de ellos volvería a hacer amigos, solo se encontraban juntos por que nadie quería morir. Nadie.

La chica miró hacia la pared tras Richard.

-No creo que haya sido un accidente. Escuche el sonido de balas...

-¿Intencional?

-Ya lo creo.- se pasó las manos por el rostro, como si de una manera la acción la hiciera regresar a la realidad, en sus ojos hubo un brillo como si hubieran encontrado la respuesta.- Entonces eso quiere decir que hay más personas, y tal vez personas que quieren aniquilar a todo el mundo. No lo sé - se encogió de hombro-, todos perdemos la cordura cuando se trata de sobrevivir.

Aquellas últimas palabras se quedaron grabadas en la mente de Richard, porque en la forma y tono de voz que lo había pronunciado parecía ser más una indirecta para el chico que cualquier persona. Hubo un largo silencio en que ninguno dijo nada, ¿Él que podría decir a la chica enfrente de él? Su mirada últimamente no muy controlada, vago por la chica yendo directo a las ruedas circulares de su silla, hasta al contra peso de él.

-Sé que no lo hiciste con esa intención, Richard.

Richard alzó los ojos verdes hacia la chica de suave cabello rubio, la expresión en su rostro no ayudaba ni un poco. Se mantenía seria y pasiva como la había conocido y veía hasta el momento, pero esta vez, estaba claro su propósito.

-No es tu culpa. Él...en cierto modo se lo merecía y...

-Sabes que eso no es cierto, Lena.- afirmó él, bajando ansiosamente a sus manos. Aun tenia golpes, aún tenía heridas...

-...Eres el único que le encanta interrumpirme, Richard.- le riñó, con un tono mucho más suave, parecía que la antigua Lena regresaba. Las comisuras de sus labios se elevaron un poco.- Pero no hay que pensar en ello, ¿Vale? Tenemos que pensar en Tolomeo y Kriss. Tolomeo a veces es tonto, arrogante, compulsivo y...