Where's my love?

Capítulo 7: I can't do it all alone

*La letra de la canción que deje arriba me recuerda mucho a este capítulo y fue la que me motivo a escribirlo ♥ *

Pov Alec

Dos años antes

El día que vi a Magnus salir por la puerta con sus maletas y jurándome jamás volver a buscarme o llamarme. Sentí como un vacío se instalaba en lo más profundo de mi corazón.

No sé si él esperaba que lo siguiera o que le dijera que se detuviera y que lo amaba con toda mi alma. No lo sé. Pero yo no hice nada. Solo me quede parado viendo como salía y cerraba la puerta de nuestro departamento. No. Mi departamento ahora.

Cuando reaccione fue demasiado tarde. Magnus se había ido y no sabía que hacer al respecto.

Llore, llore como no lo hacía desdés la muerte de Max. Llore hasta que me quede sin lágrimas, hasta que no pude hacerlo más. Ese fue de los peores días de mi vida y fue solo el inicio de los peores meses de mi vida.

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Ya paso un mes.

Y Magnus no vuelve y a estas alturas no estoy muy seguro de que lo haga. La primera semana creí que solo estaba molesto por lo que paso y que el regresaría en cualquier momento. Pero los días pasaron y las semanas también y el jamás cruzo la puerta. Y yo, por mi parte fui perdiendo la esperanza en que lo hiciera. Todos los días dormía con la única cosa que él había dejado en el departamento: Una de sus preciadas bufandas.

La tomaba entre mis manos y dejaba que el poco olor que aún quedaba de Magnus en ella me guiara hasta el sueño, hasta que las pesadillas me despertaban a la mitad de la noche entre gritos (Había olvidado las pesadillas desde que dormía con Magnus) y presidente iba a darme un poco de consuelo. Otra de las pocas cosas que Magnus Bane había dejado conmigo.

No dormía

No comía

No vivía.

Mi mundo se estaba derrumbando en mil pedazos y no sabía qué hacer. No sabía que hacer sin Magnus Bane.

Pov Magnus.

Desde que deje a Alexander es como si todo hubiera retrocedido. No sabía que había sucedido. Era como si saliera de nueva a la vida, solo que no me gustaba esa vida.

No sin Alexander.

Yo no quería dejarlo. Pero no sabía que otra cosa hacer

Estaba asustado y molesto. Yo más que nadie sabía que Alexander era una persona celosa, incluso puedo decir que me igualaba. Pero nunca pensé que llegaría a desconfiar de mí.

El día que deje a Alexander y salí por la puerta sin mirar atrás en ningún momento. No fue solo porque estuviera un poco molesto. La cosa es... que echaba purpurina por las orejas! Tan enojado estaba que lo primero que hice al entrar fue tomar mi maleta y comenzar a preparar todas mis cosas, no lo pensé dos veces. Hice lo que creí correcto en ese momento. Lo que él me había pedido.

Alexander y yo estábamos teniendo problemas. Y no me refiero a los problemas tontos por la comida, por el desorden, por el tiempo. No. Esta vez era algo serio. Alexander estaba distante y como todo novio celoso lo primero que pensé fue: Me está engañando.

Estaba muy pegado en el teléfono, mensajeaba intensamente con alguien a cualquier hora del día. Tanto que pensé que el aparato le comería los ojos. Me asuste y no lo intentare negar. Así que acudí a Isabelle para que tratara de averiguar qué era lo que pasaba.