Loser's Team ⇨ IT (SIN EDITAR)

IX » El extraño suceso.

Estaba terminando de leér el libro que me había regalado mi antigüa maestra cuando la voz de mi mamá llamándome hizo que dejara de hacerlo. Fuí a dónde estaba y en cuanto dijo "Te buscan. No regreses tarde" supe que se trataba de Eddie.

Para sorpresa mía, no era de Eddie de quien se trataba, sinó de Stanley.

— Hola. —le sonreí a Stan tratando de que hiciera lo mismo.

— Hola. Que bueno verte de nuevo. — eso último me hubiera hecho creer que no estaba molesto conmigo pero fue demasiado frío y mis esperanzas se esfumaron.

- Lo mismo digo. - Dije de la mejor manera posible y cerré la puerta tras poner los pies fuera de casa. - déjame adivinar... Eddie te mando.

— Sí. Su madre no lo dejó salir. Tenía algunas cosas que terminar.

— Genial — dije con sarcasmo. Gracias Eddie, me pusiste en una situación incómoda.

Trataba de esquivar el silencio incómodo que se posaba entre nosotros con cualquier tema que se me viniera a la mente.

— Y ¿Qué tal la escuela? — es una pregunta estúpida, lo sé, pero no se me había ocurrido nada más.

—No creo que exista alguien a quien le guste la escuela. —la frialdad en sus palabras me llega a doler un poco. Yo de verdad quiero ser su amiga. Ya no sé que más hacer para conseguirlo.

— Tienes razón.— dije en voz baja.

Después de una caminata larga llegamos a un campo lleno de flores sumamente hermosas, animales preciosos y el paisaje más hermoso que jamás pude ver. Paré en seco por unos segundos para admirar el paisaje.

— ¿Vienes o te vas a quedar ahí?

¿Lo ven? Es frío conmigo.

Seguí caminando detrás de él para llegar a los demás chicos. Se encontraban todos menos Eddie.

— ¡Lia! ¿Qué pasó? ¿Por qué no te comunicaste con nosotros durante estas dos semanas? No sabes cuanta falta me has hecho.- Ben en cuanto terminó de reclamarle me abrazó.

—Nos. - le corrigió Bill - Cu-cuanta falta NOS has hecho.—se paró frente a mí y dudó en si hacer o no lo mismo que Ben pero no le dí opción. Lo envolví en mis brazos y pareció sorprenderse pero enseguida me devolvió el abrazo.

Los demás chicos se pararon e hicimos un abrazo grupal. Me alegra volver a verlos.

— ¿Estás bien? ¿Qué fué lo que te pasó en estas semanas? ¿Por qué no supimos nada de tí? — ahora fue el turno de Richie para preguntar.

— Fuí con mi padre. La verdad es que cuando estaba con ustedes, me dí cuenta que era demasiado tarde y que si no llegaba a casa probablemente no estaría ahora aquí. — los hice reír y parecieron creerse toda mi historia.

— Está bien, pero para la otra trata de avisar al menos. Nos preocupamos mucho, imaginamos que había sido porque pensaste que estábamos locos, ya sabes, por lo que te contamos.— Ben lo codeó y articuló un "cállate" hacia Richie.

— Claro, sobre eso. Les pido una disculpa, no quería hacerlos sentir incómodos, yo — no pude terminar de hablar porque Bill me interrumpió.

— Tra-tranquila. Nadie se sintió incómodo, so-solamente que núnca le habíamos contado a nadie sobre eso e imaginamos que pensante que estábamos locos. Fu-fue eso.

— No pensé en ningún momento que estuvieran locos, solo, necesito que me entiendan, es un poco extraño para mí escuchar ese tipo de historias.

— Te entendemos. Nosotros pasamos por lo mismo antes de que a nosotros mismos nos ocurriera.— Todos asintieron.

— De todas maneras, agradezco que hayan tenido la confianza para contarme.

-— Somos amigos y no tenemos porqué ocultarnos cosas. — tragué saliva — Eso es algo escencial para ser parte del Club de los Perdedores.

— Entoces ¿no están molestos conmigo?

—No, para nada. — sentí un alivio gigantesco — Es más, olvidemos que todo eso pasó. Vayamos a sentarnos y platicar tranquilos para olvidarnos de todo esto. — dijo Mike y todos lo seguimos.

Estuvimos hablando sobre varios temas, la escuela, lo que más nos gusta hacer, nuestra música favorita, etc. Noté que el único que no dijo nada fue Stanley y sabía que si le preguntaba yo misma el porqué de su actitud me evitaría así que le pedí a Richie, ya que es a quien le tengo más confianza, que le preguntara si estaba bien.

Richie se sentó a un lado de él y comenzaron a platicar. Yo estaba del otro lado así que no podía escuchar nada pero de vez en cuando los volteaba a ver.

Llegó un momento en el que Richie se paró de su lugar actual para regresar al antigüo y para ser más discretos no hablamos hasta que llegó la hora de irnos.

— Y bien, ¿Qué te dijo?

— No está molesto, solo que, necesita pensar un poco. No sabe como acercarse a tí. Eres una niña y él núnca había convivido con otra niña que no fuera Beverly.

— ¿Quién es Beverly?

— Oh claro. Se me olvidaba que no la conocías. Es una amiga que hicimos el año pasado.

— Ah. Ya veo.

— Se le pasará. — dijo mirándome — Lo conozco muy bien.

— Eso espero.

Llegué a casa y noté que mamá no estaba, imagino que se fue con su amiga a algún lugar.

Salí de la sala y me adentré a mi habitación para relajarme un poco y tratar de pensar pero algo extraño había ocurrido.

Mis sabanas estaban totalmente manchadas de sangre. Mis muñecos, todo estaba manchado de sangre que olía horrible.

Caminé a mi baño y ví que en mi espejo estaba escrito "ALÉJATE DE ELLOS" con la misma sangre que había en mi cuarto.

Supuse que me estaban jugando una broma y comencé a buscar a mi mamá. Grité su nombre, revisé todos los cuartos, llamé a su celular y nada. Me empecé a preocupar demasiado y no supe que hacer.