XVII » El enfrentamiento.

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Eddie.

Nos encontrábamos en la casa de Eso.

Hoy ibamos a rescatar a Lia y nadie nos iba a detener. Ella era nuestra amiga y por nada del mundo dejaríamos que algo malo le pasara.

— ¿Tienen todo? — Pregunté sacando una navaja de mi bolsillo.

Todos asintieron.

Nos adentramos a la casa. Nos moríamos de miedo, o al menos yo lo hacía, pero estoy seguro de que si algo me hubiera pasado a mí, ella hubiera hecho lo mismo.

Caminamos lentamente y sin separarnos hasta el pozo que hace mucho tiempo que no veíamos.

— ¿Quién va a bajar primero? — Preguntó Ben.

— Y-yo. — Dijo Bill. — Yo-o lo haré.

Miré a Mike y sacamos la cuerda. La atamos a la cintura de Bill y lo bajamos.

— ¿Está todo bien? — Le preguntó Stanley gritando.

— ¡Sí! ¡P-pueden bajar!

— De acuerdo. — Uno por uno bajamos y llegamos al escondite de Eso.

Estár aquí me traé demasiados recuerdos. Pero no creo que haya alguien más afectado que Bill.  Fue aquí fue a última vez que vió a Georgie. No me imagino lo doloroso que es.

— ¡Lia! — Gritó Richie. — ¡Lia!

— Cállate. — Le susurré. — No grites así.

Me miró mal y supe que iba a decir uno de sus chistes malísimos.

Me sorprendía un poco ya que cuando estaba Lia, no lo hacía.

— Grito igual que tu madre en la cama.

— ¿Quiéren callarse ya? — Nos regañó Stanley. — No estamos en una feria. Estamos buscando a Lia.

Asentí y seguí buscando.

— Chicos. — Oímos la voz de Lia.

— ¿Lia? — Gritó Bill. — ¡Lia!? ¿E-eres tú? ¡Estamos aquí!

— Chicos. Ayúdenme. — Comenzamos a oír su llanto.

Mi corazón se partió en dos.

— ¡Lo harémos Lia! ¡Te ayudaremos! — Grité con desesperación. — ¿Dónde estás? — El llanto cesó y el silencio invadió el lugar hasta después de unos minutos.

—Atrás de ustedes. — Escuchamos su voz. Esa maldita voz que no habíamos escuchado hace mucho tiempo y la cual pensamos que jamás lo volveríamos a hacer.

Bill fue el primero en voltear. Seguido de todos los demás.

Tardé unos pocos segundos más en hacerlo.

Cuando lo hice, un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Detrás de él  estaba ella. Con los ojos en blanco, con los brazos extendidos y la boca ligeramente abierta.

La risa del payaso no se hizo esperar.

— Regresaron. No me imaginé que lo harían. — Rió más fuerte. — Son tan valientes. — Comenzó a caminar al rededor de nosotros. — Lo suficiente como para venir a salvar a una chica que apenas conocen. — Paró. — Ahí la tienen. — La señaló. — ¡Corran! ¡Vayan por ella! — Nadie se movió. — O les ofreceré lo mismo que la última vez. — Volvió a caminar. — Déjenos. Váyanse y déjenme con ella. Núnca más volverán a verme. Tomaré mis 27 años de descanso y vivirán felices. Solo déjenla aquí. — Paró. — Conmigo.

Sin pensarlo dos veces, tomé el bate y golpeé su cabeza lo más fuerte que pude. Los demás también lo golpearon pero en un descuido, tomó a Ben y lo golpeó.

Richie fue a ayudarlo y yo corrí hacia Lia.

Mientras trataba de hacerla despertar, oí el grito de Stanley. Volteé mi cabeza rápidamente y lo ví tirado en el piso con su frente sangrando.

Mike sacó su arma y le disparó en la cabeza. Eso retrocedió.

— Vienen más fuertes que la última vez. — Una luz comenzó a salir de su cuerpo. — Y sin miedo. — Eso último lo susurró y Bill corrió hasta él para pegarle una última vez antes de que se desintregrara.

Ahora ya no estaba. Ahora, de verdad acabamos con él.

Fue más facil de lo que pensaba.

Todos corrieron hacia Lia y hacia mí.

Bill comenzó a moverla bruscamente para que despertara pero no lo hizo.

— Quizá deberías besarla. — Dijo Ben y lo miramos. — Funcionó con Beverly.

Bill se quedó callado unos segundos y después lo hizo.

La besó.

Loser's Team ⇨ IT (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora