El final

205 4 0
                                    

Ayer te vi, ayer acabó la cuenta atrás. Evitamos verte, evitamos ir por donde sabíamos que podías estar, incluso seguimos de largo al veros pero no pudo ser, tuvimos que estar cerca. Sabia que iba a verte, tuve todo el día los nervios y el presentimiento de que iba a hacerlo, era como si tuviese dentro de mi una parte de ti que nos une y nos relaciona sabiendo cuando estamos cerca o cuando vamos a estarlo. Tuve tus labios en mis mejillas, ese fue nuestro máximo acercamiento y me dolió, me dolió no tener la capacidad de poder ni hablarte, fue tan inesperado aquel momento que no supe ni que decir. Volví a oír tu voz, volví a verte, volví a tenerte alado mía, volví a besar tu mejilla, volví a sentir mi mundo desmoronarse alrededor tras tenerte cerca. No pude superarlo tras el momento, nuestro amigo no hacia más que preguntarme si estaba bien aún sabiendo que mi respuesta seria la opuesta a la real, tal y como lo fue. Lloré al despedirme de él, lloré al saber que volvería a tener a mi amigo a más de seiscientos kilómetros, pero también lloré por la situación en la que estuvimos, lloré porque cuando me montaba en el autobús de vuelta a Madrid estaba montando a mi corazón en un autobús de vuelta a mi amor propio y no a mi amor por ti. Jamás podré olvidar nuestra historia, es como de película, jamás podré olvidarte, pero tengo que intentar dejar de recordarte si quiero dejar de llorar al pensar que ahora mismo volviendo a mi ciudad solo estoy volviendo a estar cada vez más lejos de ti. Pero volveremos a estar tan cerca como lo estuvimos o más, te lo prometo y recuerda que la habitación 511 siempre nos unirá.

TextosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora