"―No lo sé ― contestó él, con franqueza ―. No sé si alguna vez la amé. Ella fue muy importante para mí. Pero también me traicionó. "
[COMPLETA]
Sinopsis:
Newt Scamander fue el autor de un best-seller sobre criaturas mágicas y hoy en día es uno de lo...
Aclaración importante: Este libro (y por lo tanto esta trilogía) fue publicado a finales de 2016, mucho antes de que se publicara la sinopsis de "Los Crímenes de Grindelwald", así que esta historia tendrá variaciones con respecto a todo lo que ocurra en esa película.
Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro
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CRÓNICAS DE UN MAGIZOÓLOGO
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╔╝SEPTIEMBRE DE 1924╔╝
╔╝42╔╝
╔╝POCIÓN MULTIJUGOS╔╝
― Despierta, Newt.
Un fuerte sacudón lo trajo de vuelta a la realidad. Tardó unos segundos en despabilarse y entrecerrado los ojos, reconoció a Valerian Velleum, quien se encontraba de pie junto al sofá, esperando a que se despertara. No estaba seguro de cuánto tiempo había estado durmiendo, pero se sentía como si fuera mucho y, a juzgar por la oscuridad que se podía ver por la entrada de la tienda, supuso que ya había anochecido.
― ¿Qué hora es? ― preguntó, con la voz algo ronca mientras se refregaba el rostro con una mano.
― Pasadas las nueve.
— ¿Por qué me dejó dormir tanto? — cuestionó Newt, aclarándose un poco la garganta —. Creí que había dicho que buscaría el transporte.
— Sé que hago que pasar a través de las fronteras internacionales sin ser detectado por algún ministerio mágico parezca algo sencillo, pero ciertamente no lo es — contestó Velleum, palmeándole el hombro a su adormilado amigo y caminando hacia la cocina— Vamos, levántate ya. Debemos prepararnos para irnos pronto.
Newt asintió en silencio y se sentó en el sillón en dónde había estado descansando hasta el momento. Rápidamente, buscó los zapatos que había dejado en el suelo, se los puso y se acomodó el cabello erizado con los dedos. Tomó los recortes de diario y el libro "Un gran estudio de la oscuridad" de la mesita de café y volvió a guardarlos en su maleta. Una corriente de aire frío se coló por la entrada, haciendo que un súbito temblor le pasara por la espalda, así que aprovechó para ponerse una camiseta debajo de la camisa y su usual saco encima. Después de todo, en lugares tan cálidos, es algo común que baje bastante la temperatura durante la noche. Velleum regresó a la sala a los pocos minutos trayendo dos platos que tenían carne asada y vegetales hervidos en las manos.
― Hay que comer algo antes. No sabemos cuándo volveremos a probar bocado ― agregó, tendiéndole uno de los platos.
— ¿Es que acaso lo matan de hambre adónde vamos? — quiso saber el muchacho.
