*HOT*
En él camino a su casa casi no hablamos, yo me quedé dormida del cansancio y él cantaba a todo pulmón Cuarteto De Nos, me reía al escucharlo, me hacía feliz.
Llegamos a la casa, ya había estado ahí pero solo en la sala de estar, la casa era grande, de dos pisos ¿Cómo tenía tanto dinero?
-Quieres bañarte? Me ofreció mirandome y recorde que solo llevaba el short y una campera abierta sin bra pero cubría mis pechos, solo dejaba ver mi escote.
-Si claro, donde es el baño?- dije algo tímida. Me guío hasta el cuarto de baño que estaba en piso de arriba, me dio toallas y una remera blanca que a mi me iba a entrar grande, porque yo ya no tenía más ropa, lo miré
-espero que no te moleste que use tu ropa- dije mostrando su remera
-Al contrario- me dijo guiñando el ojo y dandome un beso, cuando se marcho abrí el agua de la ducha, el cuarto de baño era grande y blanco, me saqué el resto de ropa que tenía puesta y me mire en el espejo grande que estaba en la pared y pude ver mi cuerpo desnudo al verlo me puse a pensar en la posibilidad de tener sexo con él esta noche, no iba a ser mi primera vez pero la primera con él... tenía que ser perfecta.
Salí de bañarme me puse la remera de Gabriel y me quedaba hasta abajo de mi trasero, al mirarme de frente vi que también era muy transparente y dejaba ver bastante mis pechos «la campera» pensé para cubrirme un poco y me acordé que la había dejado en el piso de abajo. Salí del cuarto de baño y recorrí un poco el piso de arriba dandome valor para bajar y que él me viera así, me distraje al ver un pasillo que me parecía conocido, camine hasta el fondo y vi una puerta blanca grande, como la de mis sueños,
La abrí y era igual al último sueño, una habitación grande con una cama al medio, estaba por entrar pero escuche pasos.
-Jaz, ya va a estar la comida, baja- gritó Gabi desde las escaleras, cerré la puerta y dije "seguro es coincidencia" pero no estaba convencida del todo.
Bajé y fui a la cocina y lo vi cocinando, por un impulso lo abrace por la espalda, se dio vuelta y me miró inspeccionandome, me acordé como estaba vestida y me puse roja, él se mordió los labios cuando tenía sus ojos justo a la altura de mis pechos, me agarró por la cintura y me beso con intensidad, puso su mano en mi trasero, pero lo interrumpí
-Tengo hambre- dije haciendo nuevamente puchero con mis labios
-Qué vamos a cenar?- él se dio vuelta y mientras terminaba los últimos detalles me contaba que estaba preparando -hice lasagna, sé que te encanta- me sonroje porque me di cuenta de que escuchó todas las cosas que le conté esa tarde -genial- le dije sentandome en la mesa que estaba muy romántica con velas -pensé que iba a ser algo sencillo, siento que estoy desarreglada para la ocasión- el me miró -Estás perfecta- me dijo guiñandome el ojo.
En la cena charlamos de cosas tontas pero siempre era divertido e interesante hablar de cualquier cosa con él, al finalizar nos sentamos en el sillón, él trajo helado y nos pusimos a ver una película de terror poco conocida. Él estaba entretenido y yo lo observaba, miraba su cara y wow como me gustaba este chico, yo me acosté y sobre su falda apoyé mi cabeza, él me miró fijamente y nos quedamos así varios segundos, quería hacerlo, quería hacerlo con él.
Él se acercó a mi, y me dio un beso lento pero se notaba la desesperación de los dos al querer estar más pegados, al querer sentir más... deje de besarlo lo miré y le dije -te necesito, te necesito más cerca- con eso él entendió mi aprobación y su mano se deslizó por mi cuerpo haciendo que se me erizara la piel y que me diera electricidad en mi estómago, lo agarré del cuello y lo acerqué hasta mi boca, ahora me beso con mucha intensidad y yo quería más... quería más que un beso, de repente me paré al frente de él mientras él seguía sentado, me miró raro porque no entendía que había pasado, me reí al ver su cara y me subí arriba de él, me agarro de la cintura y comencé a besarlo más intensamente, le saqué la remera y comencé a besarle el cuello.
-oh nena como me gustas- me dijo mientras disfrutaba los lentos movimientos que hacía frotando mi parte íntima con su pene que ya se sentía eréctil, luego él se levantó alsandome y me acostó sobre él sillón, dejándome vulnerable, me sacó su remera y yo ya no tenía nada abajo, me observo durante unos segundos y luego él se saco su pantalón y sus boxers, mientras me besaba tocaba mi intimidad haciendome sentir un gran placer. -Estás lista?- me preguntó cariñosamente y yo solo pude asentir, me penetró y yo arquee mi espalda del placer, mientras me embestía recorrió con besos humedos desde mi cuello hasta mis pechos y yo lo despeínaba disfrutando cada segundo, estaba a punto de llegar a mi punto máximo de placer, sentía su pene dentro de mi, sentía como entraba y salía, estaba por lograrlo y me beso dejandome sin aire mientras con una mano tocaba mi pecho y la otra tocaba mi intimidad mientras tenía su pene dentro, los dos llegamos a nuestro orgasmo juntos, pude sentir cómo se vino dentro, por suerte tomo pastillas anticonceptivas, fue él mejor orgasmo que tuve en mi vida.
Él se acostó sobre mi pecho y los dos seguíamos desnudos
-Gracias nena, eres increíble- me dijo mientras hacía circulos con su dedo en mi estómago.
-Gracias por aparecer, estaba perdida sin ti, ya no quería vivir- le dije siendo lo más sincera -Antes sentía que solo era un problema para todos, me hiciste sentir que soy algo para alguien- le agarre la mano como muestra de afecto -Me duele tanto ver tus cicatrices, una chica tan inteligente, tan hermosa y sexy como vos sin apreciar su vida- me dijo triste y comenzó a besar mi brazo -Ya no vas a tener que hacer eso nunca más, ahora estoy yo, para siempre- me dijo y comencé a llorar, él se paró y me alsó en sus brazos y yo me acurruque en su cuello dandole pequeños besos, me llevo hasta su habitación en el piso de arriba que estaba al final del pasillo, del otro lado de la habitación con puerta blanca, me acostó en su cama y me tapó, él se acostó a mi lado y me acarició hasta que me quedé dormida.
«Jaz, Jaz, Jaz» empecé a escuchar que me nombraban, miré a Gabi y seguía dormido así que agarre una camisa que había dejado colgada en una silla de su habitación, me la puse y salí al pasillo «Jaz,Jaz,Jaz» volví a escuchar que decían mi nombre y venía de la habitación de la puerta blanca, caminé hasta llegar, tenía miedo de abrir, tenía miedo de lo que me estaba llamando, quería gritarle a Gabriel y decirle que tenía miedo, mi mano tembló antes de agarrar el picaporte y abrí la puerta, estaba oscuro, trate de alumbrar con mi celular y otra vez escuche que me llamaban, pero era mas bajo y venía de atrás mío, cómo si alguien susurrara mi nombre en mi oreja, me quedé helada sin saber que hacer, cerré mis ojos con fuerza, empecé a sentir que algo frío se me pegaba más y más, tenía miedo mucho miedo, abrí los ojos para salir corriendo y al darme vuelta vi lo que estaba diciendo mi nombre, era yo, pero blanca y pálida, y la sangre goteaba de mi muñeca quise gritar pero eso que parecía ser yo se me metió inexplicablemente dentro de mi cuerpo.
-Gabi!?- grité despertandome, estaba llorando desesperadamente y estaba transpirada, todavía estaba desnuda, y la camisa estaba en el lugar exacto que Gabi la había dejado.
-Nena? Que pasa? Estás bien? Te duele algo? Que sucede amor?- me dijo Gabriel asustado al verme llorar, se había despertado por mi grito, lo abracé y seguí llorando, él me abrazó también y me dio besos en mi cabeza
-Que sucede amor?- me dijo un poco más tranquilo,
-Tutu tuve una pesadilla- le dije con un hilo de voz, estaba asustada no quería hablar, él me abrazó más fuerte
-Nena yo te protejo, nada malo te pasará- me dijo mientras me acostaba de nuevo sobre su pecho -trata de dormir, yo me quedo despierto hasta que te duermas bien- acarició mi pelo y yo me calme poco a poco y pude lograr dormirme otra vez, sin ninguna pesadilla.