*Narrado por Gabriel*
Me desperté cuando escuché unos ruidos fuera de la habitación, Jaz seguía durmiendo, la miré y se veía tan tierna. Me sonroje al acordarme de lo que habíamos hecho hace unas horas, fue todo tan perfecto.
Volví a escuchar un ruido, ésta vez me levanté tratando de no despertarla, no quería asustarla, no ahora que ella estaba tan sensible después de todo.
El ruido se escuchó otra vez y permaneció, mientras más me iba despertando el sonido era más claro, había alguien.
Salí de la habitación en dirección a las escaleras, pensé que era Juan, él siempre entraba como si fuera su casa. Mientras bajaba las escaleras me di cuenta de que el sonido venía del fondo del largo pasillo, venía de la habitación de Abi.
Corrí a ver qué era, después de lo que había pasado anoche, después de verla quise apurarme para que no se vaya de nuevo.
Pensar en ella me daba vueltas el estómago, me hacía sentir culpable y odio, sentía odio por Laila que dejó que ella se rindiera.
Cuando llegué a la habitación no había nada, pensé que solo era mí cabeza, me senté en su cama y miré su habitación, hacía mucho tiempo que no me sentaba en esa cama. Su habitación era muy minimalista, recuerdo cuando la pintamos y decoramos juntos, ella se veía tan feliz. Nunca pensé que iba a pasar lo que pasó, siempre pensé que Abi era fuerte, que podíamos superarlo todo.
Fui a su tocador donde ella tenía sus cosas más importantes, su diario y sus fotos entre otras cosas. Siempre pensé que ella era feliz conmigo, que yo la hacía feliz, pero le fallé.
Encontré entre sus cosas una foto nuestra y mis lágrimas comenzaron a caer, nunca me había sentido tan inútil, yo pude hacer algo... ¿Pude?
Escuché gritar a Jaz y me sacó de todos mis pensamientos, comencé a correr, si algo le pasaba no me lo iba a perdonar nunca, corrí por el pasillo y sentía que cada vez era más largo, podía escuchar a Jaz gritar en mi habitación, su grito era desgarrador, no sabía que le pasaba y me desesperaba y mientras más corría más largo era el pasillo ¿Qué me estaba pasando? El cuerpo me empezó a doler, era como si tuviera todas mis extremidades atadas y su grito solo me desesperaba más.
Me rendí y me caí al piso, llorando como si me hubieran cortado por dentro, el dolor era inexplicable y el dolor de no poder hacer nada por ella lo era aún más desgarrador. Sentí como todo estaba volviendo a la normalidad y cuando pude pararme corrí hasta mí habitación, Jaz todavía lloraba y gritaba, se movía por toda la cama pero ella estaba dormida. Sus demonios entraron a sus sueños.
La sostuve con fuerza y la abracé para poder calmarla, su cuerpo temblaba y estaba empapado de sudor, yo ni siquiera sabía que era lo que me había pasado a mí, esa sensación de no poder ayudarla fue muy dolorosa y me sentía avergonzado, yo soy el que tiene que cuidarla, evitar que estás cosas sucedan. Cuando por fin despertó me miró con sus ojos hinchados y me abrazó con mucha fuerza y lloró, su llanto me estaba matando, no podía hacer nada pero quería, ella era mí vida.
La besé y le acaricié la espalda para calmarla, ella seguía desnuda y estaba envuelta con mí sábana blanca.
Alzó la mirada y cuando se encontró con mis ojos, que por más que quería retener mis lágrimas no pude, ella me seco una con su tierna mano, suave y pequeña.
-¿Que sucedió? Le dije tratando de no ser insensible, no quería lastimarla más de lo que ya estaba.
Apoyó su frente en mi hombro y con eso me dio a entender que no quería hablar ahora.
Acaricié su pelo, eso la calmaba, quería que se volviera a dormir porque todavía ni siquiera salía el sol y ella necesitaba descansar.
Volvió a mirarme, ésta vez su cara mostraba preocupación y enfado, y fue como un disparo para mí ¿Por qué me miraba así?
Con un hilo de voz ronca por gritar y llorar me dijo
- ¿Quién es Abi?-