Me subí al auto de Gabriel, el día comenzó a nublarse y unas gotas comenzaron a caer sobre el parabrisas. Arranqué el motor, no me costó.
Tenía un buen trecho hasta llegar al lago, aproximadamente cuatro horas, teniendo en cuenta de que no era mi fuerte manejar, menos un auto que no conocía.
Miré mi celular para ver si recibía algún mensaje de Gabriel o Juan, no tenía ninguno. Miré la hora y eran las 2:00 pm, me puse a pensar en todo lo que estaba pasando, tomé el volante del automóvil y apoyé mi frente en él. Comencé a llorar.
«Esto es una locura, ¿Qué estoy haciendo?»
Mis pensamientos me hacían dudar de lo qur tenía que hacer.
«Le estoy haciendo caso al fantasma de la ex de mi novio»
Levanté me cabeza del volante, respire y me saque unas lagrimas que caían involuntariamente.
Acelere el auto y me dirigí a la autopista que me sacaba de la ciudad y me llevaba a las afueras donde estaba el lago. Luego de salir de la ciudad me sentí más segura y decidí subir la velocidad, mi mente no dejaba de pensar en ellos, en si estaban bien.
Luego de conducir dos horas por la ruta, la lluvia comenzó a volverse más espesa y no me dejaba ver con claridad. Pero no iba a parar, la vida de las personas que más amaba estaba en peligro. No me importaba poner en peligro mi propia vida por ellos.
Doble por una calle rodeada por arboles, era un gran bosque. El lugar era muy conocido ya que el lago estaba muy cerca del mar, y el agua del lago era salada como el mar, era precioso.
El camino estaba un poco descuidado, ya eran las 6 de la tarde y con la lluvia y el bosque ahí adentro estaba realmente oscuro. Llegué hasta la entrada del lago, estacione el auto y me bajé. No había elegido un buen outfit para la ocasión, el vestido negro corto estaba comenzando a mojarse, y mis sandalias se estaban ensuciando.
Caminé hasta el lago, y no vi nada, absolutamente nada.
Comencé a gritar el nombre de Gabriel y de Juan, aunque probablemente no me iban a oír.
Luego de un rato sin rastros de ellos, el sol comenzaba a esconderse y la poca luz que quedaba desaparecía, no me iba a rendir.
Escuché un ruido cerca de los árboles, decidí acercarme y escuché aún más claro lo que era, eran unos quejidos. Me acerqué más y vi a Juan atado a un gran arbol, él tenía su boca cubierta con cinta adhesiva y se notaba su desesperación por hablarme. Me apresure por acercarme a él y sacarle la cinta pero sentí que mi cuerpo dolía en todos lados, era un dolor muy fuerte y me dejaba sin aliento. Comencé a escuchar una voz que estaba en mi cabeza pero sabía exactamente que era de Laila, ella me estaba manipulando de una forma que no lograba entender.
«No te dejaré acercarte a mi novio, él es mío» Su voz en mi cabeza me hacía estremecer.«Haz lo que te digo y Gabriel estará a salvo»
Al decir su nombre sentí luz dentro de mí, fue algo inexplicable pero me dio fuerzas.
- ¡¿Donde está?!- grité furiosa sacando toda la oscuridad dentro de mí.
Juan no entendía lo que estaba pasando, se estaba preocupando pero no podía hacer nada atado en el árbol.Lo desate al instante de que dejara de sentir ese dolor en mi cuerpo y él me abrazó fuerte.
- ve a buscarlo, estaré bien- me dijo mientras me abrazaba.
- Pero no sé donde está- dije angustiada, sintiéndome inútil.
- Ella te ayudará- me dijo Juan mirando hacía atrás mío. Me di vuelta enseguida y vi a Abi flotando, todavía me impresionaba verla flotando con ese vestido y su cabello, pero sabía que ella era buena y que se preocupaba por Gabriel como yo.
Me di vuelta y comence a seguirla, el bosque ya estaba oscuro, encendí la luz de mi celular para evitar caerme. Luego de un rato caminando por el gran bosque Abi se detuvo, me sonrió y con su dedo me indicó donde estaba. Comencé a correr desesperada por encontrarlo y abrazarlo, decirle que todo iba a estar bien.
Lo vi atado de igual forma a un árbol, esa zona no tenía tantos árboles y me di cuenta por el ruido de las olas chocar que estábamos cerca de un acantilado. Corrí hacia él para poder desatarlo y luego buscar a Juan, pero el dolor se volvió a apoderar de mí y esta vez fue más intenso, en mi cabeza se escuchaba una voz perturbadora que hacía que mi cuerpo se paralizara
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I'm A Problem
Roman pour AdolescentsHabía escogido la muerte y sin embargo seguía viva