-¿Quién es?- volví a preguntarle preocupada porque él no contestaba y se notaba nervioso en su cara.
-¿Cómo sabes de Abigail?- Me preguntó y sentí una punzada dentro mío, entonces ella si existía y mi pesadilla no sólo fue un mal sueño, fue algo real.
-Hablé con ella, bueno ella habló conmigo en mi sueño. Me habló de ti, dijo que tú debías decirme quién es. Me ayudó a salir de la oscuridad, sin ella me hubiera rendido creo- Me sentía muy agradecida con ella, pero algo dentro de mí me hacía desconfiar. Me sentía celosa.
-Ella se rindió- me dijo secándose una de sus lágrimas rápidamente, su voz estaba tranquila pero era una tranquilidad actuada.
-La conocí en la misma situación que a ti, ella estaba sola, necesitaba a alguien. Me enamoré, nos enamoramos pero ella estaba ida todo el tiempo, y al final se rindió- Se notaba la culpa en sus ojos y se trababa al hablar.
-Ella dormía en la habitación al fondo del pasillo, ahí es donde se suicidó cortándose las venas. Ya no era ella, sus demonios la habían consumido y vivía en la oscuridad, era como si no estuviera, su cuerpo estaba pero su alma y su conciencia no. Sus demonios la atormentaban y no pude hacer nada- colocó su mano en su cabeza y comenzó a llorar, era la culpa lo que lo consumía.
Lo abracé y lloré con él, aunque los dos llorabamos, no era porque estábamos tristes, al principio si, pero luego fue un llanto de felicidad, felicidad por tenernos. Yo lo necesitaba y él a mí, y eso nos hacía no rendirnos.
-No quiero fallarte como le fallé a ella, eres todo lo que quiero y haría lo que fuera por no perderte- me dijo besándome la frente.
Él resto del día lo pasamos viendo películas, yo no dejaba de pensar en Abi y todo lo que sufrió.
-¿Cuántos años tenía?- le pregunté y él me miró raro y luego se dió cuenta de que hablaba de Abigail.
-18, su madre la abandonó cuando tenía 2 años y luego de eso ninguna familia la trató bien.
Todos sus padres adoptivos la
querían por el dinero del Estado- suspiró.
-Uno de sus padres adoptivos la violó, fue cuando la conocí, ella tenía 17 en ese momento y la ayudé a ser fuerte hasta que cumpliera 18. Ella vino a vivir conmigo, pero estaba muy dañada, vivía con miedo e inseguridad, por eso tenía una habitación aparte- Le dolía contar su historia pero al mismo tiempo le hacía sentir mejor, así que lo escuché con calma.
-Laila era su ángel, no yo. ¿La recuerdas? La pelirroja que viste. Ella era mejor amiga de Abigail, nunca le dijo lo que realmente somos, eso fue un error. Yo la cuidaba porque estaba enamorado, pero no podía luchar contra sus demonios, ese era el trabajo de Laila y no lo hizo- frunció su seño y me di cuenta de que realmente estaba enojado con Laila.
-Al último tiempo Laila la dejó sola, yo hice lo que pude pero no fue suficiente, no era mí trabajo pero la amaba y me siento culpable porque no pude hacer nada- Acaricié su rostro como una forma de decirle que no fue su culpa.
-Ese día Laila se enojó conmigo y discutimos. Abi intentó calmarla pero Laila estaba muy enojada y le abofeteó. Abi salió corriendo a su habitación y se encerró. Estaba triste y sola, estaba vulnerable para sus demonios. Ellos aprovecharon y se metieron en sus pensamientos, la escuchaba gritar pero algo no me permitía moverme, lo mismo me pasó anoche contigo. Cuando finalmente pude hacerlo era tarde. Tiré la puerta del cuarto y ella estaba sin vida sobre su cama- sus lágrimas comenzaron a salir una tras otra, quería que no se sintiera culpable. Yo nunca le haría eso.
-Laila sintió la muerte de Abi instantáneamente, ella estaba conectada como tú y yo. Cuando ella murió Laila sintió un vacío y una culpa insoportable. Decidió abandonar el puesto de Angel guardian y se convirtió en un ángel de la oscuridad, un demonio buscando almas en pena para alimentarce- su respiración estaba entrecortada, se notaba todo su odio cada vez que hablaba de Laila.
Lo abracé y comencé a besarlo.
-Yo nunca te haría eso, nunca te dejaría- le dije al oído.
-No fue culpa de Abi. Laila y yo le fallamos, ella estaba cansada de sufrir.-
-Ella se rindió, pudo haber luchado con o sin ustedes, rendirse fue la peor opción y ella lo sabe en la oscuridad- Esas palabras salieron de mi boca pero no las pensé, yo más que nadie sabía que rendirse era la opción más tentadora y fácil. Sabía que estaba mal, rendirse estaba mal porque no sólo me causaba daño a mí, sino que a los que amo también. Pero no podía evitar sentir una tentación.
