Desastre

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La energía que se siente es indescriptible, se me heriza la piel, y una felicidad inmensa flota en el aire.

Veo su emoción, su voz tal vez un poco quebrada, pero no para de sonreír.

Y no hay nada más lindo que verla así, sonriente, feliz, apasionada.

Vuelve agradecer, y se despide. Acto seguido el público comienza a pedirle otra última canción.

Ella muerde su labio inferior, y mira a su compañero y amigo Fede. El se enconge de hombros como diciéndole "es tu decisión"

Suspira, río.

Es tan linda.

Vuelve al centro del escenario y nuevamente mira a su guitarrista, que con solo una mirada entiende, y comienza con los acordes.

Su voz, nuevamente, me hace temblar al escuchar como comienza aquella canción tan hermosa que reconozco como 'Time After Time', el rasgueo de las cuerdas lo hace más especial, sintiéndome casi en el aire.

'Lying in my bed I hear the clock tick
And think of you 
Caught up in circles 
Confusion is nothing new'

Siento como una paz inmensa me invade y suspiro, muerdo mi labio inferior. Me quedaría toda mi vida escuchándola.

'Sometimes you picture me 
I'm walking too far ahead 
You're calling to me
I can't hear what you've said 
Then you say go slow 
I fall behind 
The second hand unwinds'

Mis ojos se cristalizan y no dejan de verla, transmitiendo toda esa pasión que la desborda, que hace que solamente estemos concentrada en ella y su música.

'If you're lost you can look and you will find me 
Time after time 
If you fall I will catch you I'll be waiting 
Time after time'

Su sonrisa ilumina, sus ojos achinaditos demuestran lo feliz que está.

Ojalá pudiera volver hacerla sonreír así, como antes.

Suspiro.

Esta vez, aunque le pidieron cantar una más, se despidió definitivamente, agradeciendo emocionada.

— ¿No venís? – me tocan el hombro y salgo de ese trance. Volteo a mi derecha, Pablo mirándome con sus cejas fruncidas – ¿estabas durmiendote? – muerdo mi labio inferior y río.

— ¿Cómo me voy a dormir boludo?

— Te quedaste re colgada amiwi – suspiro – bueno vamos dale

— No, espera – esta vez suspira él, pone sus manos en la cintura y me mira, espectante – No... no se si da que vaya – murmuro.

— ¿Entonces para qué viniste?

— ¿Por qué la quiero?

— Bueno, ahí está. Si da que vayas, de que la abraces y garchen contra la pared. No bueno, tanto no.

— ¡Imbécil! te estoy hablando en serio – él ríe a carcajadas.

— Bueno no se, yo me voy a saludar a mi amiga, vos cagate.

— Dale, boludo – le reclamo.

— ¡Vamos, dale!

Me toma del brazo y me arrastra, sin dejarme opciones.

Como imaginé, me encontré con muchos familiares de Bárbara que me saludaron amablemente.

Me vio, y su cara se transformó con una expresión de sorpresa.

— No... no sabía que habías venido – me dice, en un tono bajo cuando me acerque y nuestras miradas se encontraron. Sorpresivamente todos los que estaban alrededor nuestro se alejaron unos pasos, donde estaban por tomar algo.

No te apagues (one shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora