Planes Ambiciosos.

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Planes Ambiciosos

Al poco tiempo de su ingreso a Raffaelli, empece a sospechar que Cristy y mi madre se traían algo entre manos. Durante estos meses había aprendido a conocerlas muy bien y podía identificar cuando ponían sus ojos en una nueva victima.
La belleza de mi hermana le había permitido conquistar a varios empresarios importantes que nos proporcionaron una vida en parte desahogada, teniendo en cuenta nuestra situación, si bien mis escrúpulos y notorio desacuerdo no ayudaban a sanar nuestra mala relación.
La historia siempre se repetía: un escareo provechoso de dos o tres meses, luego terminaban y empezaba otra cacería esta vez dirigida a otra presa mas gorda que la anterior, Cristy no quería algo serio, solo necesitaba que fueran sus amantes y eso si, por corto tiempo..
En algún breve momento de confidencia y amistad, ella me aclaró que ninguno de sus amigos la había dejado, era ella quien, tan pronto se aburría de las expectativas y necesidades de sus patrocinadores, se encargaba de informar a las esposas mediante anónimos casi siempre acompañados de alguna foto no tan comprometedoras, y logrando que ellos con tal de evitar el escándalo, le pedían que se distanciaran por un tiempo, claro, no sin antes consolar a la pobrecita y angelical modelo con una jugosa indemnización, garantizándose discreción.
De ese modo mi hermana siempre ganaba y ninguno sobre el que posaba sus azules ojos se le escapaba, pero si mi intuición no me fallaba esta nueva victima podía ser su primer fracaso.

Bruno Raffaelli se salía de su prototipo, usualmente, ella cazaba señores cuarentones aburridos de sus monótonos matrimonios, pero el era el galán, el mas cotizado, el soltero fiestero y promiscuo, el hombre de mundo y de excesos que apenas pasaba los treinta y jamás había caído en las redes de una relación seria.
No obstante Crystal me sorprendió, a las pocas semanas empezó a coincidir "casualmente" en los mismos lugares donde el estaba y no tardó en compartir fotos de papparazzi con su presa, eso disparó los rumores de romance, pero realmente me cayó la boca una cálida noche en la que me trasnoché trabajando en unos diseños, y al asomarme a la ventana, sobresaltada por el ruidoso motor de un auto afuera de la casa y la ebria carcajada de mi hermana, la descubrí besándose apasionadamente con el mismísimo Bruno Raffaelli, junto a su flamante ferrari.
Lo habia logrado, otra victima habia caido en la red.

El romance fue pronto confirmado por los tabloides; la prensa rosa y los shows de farándula estaban al rojo vivo, porque la super modelo Crystal Castello era el nuevo amor del soltero del año.
En cuanto a mi madre no podía estar mas contenta, por que su vida de comodidades, restaurantes elegantizamos y tardes interminables de compras estaban de nuevo en su vida, habían vuelto los abrigos de piel y los Bolsos de marcas famosas, pero no la critico, porque incluso yo me vi beneficiada con la situación, gracias a Crystal pude estudiar otra vez, ahora en una buenísima universidad donde me homologaron los tres años que ya había estudiado.
Mi sueño de ser una gran diseñadora de modas tuvo alas otra vez.

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