Meses mas tarde, casi no veíamos a mi hermana en casa porque se pasaba temporadas enteras de viaje o en el lujoso apartamento en el que se encontraba con Bruno y contra todo pronostico, su relación superó el año crucial en el que Bruno finalmente se despedía de sus noviecitas.
Incluso algunos reporteros se atrevían a especular sobre un próximo compromiso.
Durante todo ese tiempo, mi vida transcurrió agitada entre el estudio y mi nuevo trabajo, y jamas coincidí con Bruno en las pocas visitas que hizo a mi casa, ademas a mi no me interesaba conocerlo, en verdad temía avergonzar a mi hermana y a mamá, por eso evitaba a como diera lugar llegar temprano a casa cuando sabia que el iba a cenar.
Pero como es lógico no iba a lograr esconderme para siempre, y fue el, precisamente, quien pidió conocerme, era apenas comprensible que luego de un año sintiera curiosidad por la escurridiza hermanita de su novia, por lo cual, Crys preparó una elegante cena luego de hacerme jurar solemnemente que asistiría, no sin antes recomendarme que no fuera a avergonzarla con mi hippy estilo de vida.
No podía imaginar que ese día sería una completa locura.Con el firme propósito de complacer a mi hermana, me exigí ser prudente, discreta, educada, o al menos intentarlo...no, definitivamente tenía que serlo.
La prenda perfecta para ese día había sido diseñada y confeccionada por mi hacia menos de un mes y con ella había aprobado el examen semestral y ademas fue elegida para una pasarela durante la semana de la moda del otoño, por tanto era mi mejor opción, se trataba de un vestido 3/4/con cuello en V, de color azul profundo,con un aplique de dorado abajo del busto que rodeaba la prenda.
Juro que desde que desperté ese día ya quería que se acabara, dispuse todo para salir temprano de la boutique y mi jefa lo permitió, pero ese día justamente, el trafico estuvo infernal y llegué muy tarde a casa, distraída como de costumbre,cargada de bolsas y casi fui atropellada por un hermoso auto deportivo, del cual se apeo con cara de asustado el novio de mi hermana haciéndome desear estar hecha puré bajo las llantas del auto que frente al hombre que debía impresionar, ¡oh vaya que lo había impresionado! Pero no de la mejor manera, lo único que se me ocurrió hacer fue recoger apresurada mis bolsas y correr a refugiarme en mi casa.
Todo estaba mal y Bruno por fin había conocido a la orate de su cuñada.
Ojala la tierra me hubiera tragado, pero no lo hizo y lo único que podía hacer yo, era pedirle a Dios que le enviara un ataque repentino de amnesia a Bruno para que se olvidara del bochornoso incidente o que al menos no se le ocurriera contarle nada a Crystal.
Tras una rápida ducha me abalancé sobre las bolsas y procedí a su inspección: vestido perfectamente planchado, zapatos de tacón, de Monique Shoes, y que habían costado la mitad de mi sueldo, el cinturón dorado y la bella pulsera de platino que había costado la otra mitad de mi sueldo...no estaba ¡El escuche! No supe si la había perdido en el metro o durante el cruce con Bruno pero no estaba por ninguna parte.
A prisa termine de vestirme y Crys ingresó como huracán a regañarme por mi tardanza, así que me comprometí a bajar muy rápido, ella salió molesta y casi pude jurar que su chismoso novio ya le había contado todo, así es que el sujeto me caía muy mal, pero tenia que tragarme el veneno y sonreír cortés e hipócrita.
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Destino Diseñado.
Roman d'amourAlissa es normal y aburrida, según su propio criterio. También es diseñadora de modas, su hermana mayor es una modelo de una alta trayectoria y novia de Bruno Raffaelli el atractivo, y algo farfarron, presidente de "Casa Raffaelli" donde por cosas...