La sombra detrás de mi

La niña

Era la madrugada del 13 de Julio de 1996 cuando Mónica Watson, acostada en una cama de hospital, comenzó a sentir contracciones. Su vientre se movía mucho y el dolor que sentía era insoportable. La pequeña que traía dentro estaba hiperactiva y desesperada por salir al mundo, dar su primer respiro, sentir finalmente los brazos de su madre en su cuerpo, ver la primera luz del mundo.

—¡Debe resistir!, la bebe ya viene —dijo el partero.

—¡Oh por dios! —grito Mónica jadeando.

—¡Tiene que pujar con todas sus fuerzas!

—¡Eso es lo que estoy haciendo idiota!

Una enfermera entro por la puerta y se dirigió hacia Mónica

—Llamo su esposo, dice que no podrá venir, tuvo un accidente de auto y se destruyo pero dice que esta bien.

—¡Maldita sea Jonathan! —lanzó un grito.

—¡Ya puedo ver la cabeza! —Exclamo el partero—. ¡Siga!, lo está haciendo excelente.

Mónica continuo pujando con todas sus fuerzas hasta que, minutos más tarde, el partero tenía una pequeña bebe sollozante en sus brazos.

—¡Felicidades!

—¡Oh! Gracias a dios que termino. —Exclamo Mónica— Quiero verla.

El partero se la paso a su madre con cuidado.

—Hola bebe, eres hermosa.

La bebe yacía en los brazos de su madre con los ojos cerrados, durmiendo.

—¿Ya pensó en un nombre?

—Se llamará Sasha.

12 años después

—¿Dónde estabas estúpido? —Grito Mónica sosteniendo una botella de Alcohol en su mano derecha y la izquierda apoyada en la pared—. ¿Qué hora crees que es?

—Son las 7 de la tarde —respondió Jonathan tratando de sostener a su esposa—, ya estás ebria, déjame ayudarte.

—¡No me toques estúpido!

Mientras tanto, en la habitación de Sasha, se encontraba ella recostada en su cama boca abajo mordiendo su almohada. Un par de lágrimas caían por sus mejillas y mojaban las sabanas, su mejilla estaba roja y le dolía, pues su madre la había abofeteado.

—¿Quién es ese chico con el que hablabas? —dijo su madre hipando por el alcohol

—Es un amigo de la escuela, tenemos una tarea pendiente y acordamos llamarnos para terminarla —mintió Sasha.

—¿Crees que soy estúpida?, yo a tu edad ya tenía boca de un chico en la vagina. Por eso ahora termine con el inútil de tu padre.

—Mamá, pero él trabaja desde la mañana... —La mano de su madre le había dado en la mejilla.

—No te atrevas a contradecirme de nuevo, ¿te quedo claro?

—¿Por qué haces esto? —dijo la chica sollozando.

—Es por tu bien, deja de llorar, pareces una bebe llorona.

Abrió la puerta y salió a la sala.

Sasha furiosa tomó una caja de maquillaje y lo lanzo contra el espejo que se quebró, cayeron los pedazos al suelo y sin darle importancia se recostó boca abajo llorando.

—Sasha, ¿estás ahí? —llamo su padre.

—Sí papá

Abrió la puerta y la encontró tumbada en su cama.