Habían pasado dos semanas ya desde la ruptura de Sasha. Los primeros días se la pasaba encerrada en su habitación llorando todo el día. Alicia había estado a su lado en esos días, había derramado muchas lágrimas en sus brazos. A Alicia le dolió mucho que su princesa estuviera pasando por aquello y recordó sus relaciones fallidas, había prometido que no dejaría que eso le sucediera a ella y haría lo mismo que Annie hizo con ella, apoyarla en todo momento, pero no como una amiga, como una madre, la mejor madre que Sasha jamás pudo tener. Annie tampoco se quedó atrás y, al igual que lo hizo con su esposa, estuvo a su lado de la misma forma que Alicia, como una madre.
Esta experiencia fue como su primera gran prueba para todas. Sasha conoció el lado negativo del amor y lo difícil que llega a ser. Alicia y Annie tuvieron que estar ahí como las figuras maternas de la chica, ayudarla, apoyarla y aconsejarla respecto a relaciones amorosas. A Alicia realmente le dolía ver a Sasha destrozada de esa manera, la chica aun era muy joven para pasar por eso, solo quería lo mejor para ella. En cambio Annie sabía que aquello no era tan malo, ya era una experiencia y eso era lo mejor, pues sabría cómo son aquellas cosas del amor, que a veces puede llegar a doler mucho.
Por otra parte, Albert aun llamaba a Sasha, al menos los primeros días. La chica le contesto un día que se la pasó insistiendo mucho, le llamó más de diez veces y a la doceava le contesto.
-¿Qué es lo que quieres?
-Sasha -dijo un poco emocionado-, se que fui un gran tonto, por favor quiero disculparme contigo. Sé que no estuvo bien que te tratará como una tonta, sé que no estuvo nada bien corregirte a cada instante. Quiero que sepas que ya he aprendido que debo querer a una persona con todo y sus defectos, y quiero que sepas que no solo te quiero, yo te amo. Eres la persona más linda, dulce y tierna que he conocido. Por favor perdóname.
-Debiste pensarlo mejor y decirme todo esto en ese momento, ya es muy tarde, no quiero caer en tus juegos. Puede que te hayas dado cuenta de que también tengo sentimientos pero yo ya no quiero tener que ver nada contigo.
-Sasha por favor...
-Adios Albert, se que encontrarás a otras chicas.
Colgó el teléfono, aplasto su cara contra la almohada y se echo a llorar.
Había algo que le gustaba demasiado. La casa de las White tenía una tina en el baño y era muy relajante llenarla con agua caliente y sumergirse entre las burbujas. Sasha lo hacía con más frecuencia en la última semana. Se sentía un poco mejor sentimentalmente y meterse en esa tina le mejoraba mucho el ánimo. Se metía al baño alrededor de media a una hora y simplemente dejaba que las burbujas cubrieran su cuerpo desnudo. Ella pensaba que las burbujas limpiarían las lágrimas que le quedaban en su cuerpo, o por lo menos las lágrimas por Albert. Una vez, Alicia la encontró dormida en la tina y no pudo evitar sonreír al ver que se encontraba mejor, la despertó y le dijo se fuera a la cama.
-¿No ves que ya estoy en mi cama? -Respondió-, quisiera mudarme a la bañera. Siempre quise estar en una de estas y ahora que puedo no pienso dejar de hacerlo.
-Está bien que lo hagas princesa, pero no debes estar mucho tiempo aquí, recuerda que también vivimos aquí.
-Amo cuando me llamas así -dijo y sonrió-, me haces sentir especial.
-Eres especial para mí, eres la hija que siempre soñé.
Sasha volvió a sonreír y en ese momento se le ocurrió una genial idea.
-¿Por qué no te metes conmigo?
-Sasha, la tina es pequeña, no hay espacio para las dos.
-Claro que lo hay -se sentó en un extremo de la tina pegando sus piernas con sus pechos.
Alicia sonrió y comenzó a quitarse la ropa. Sasha nunca la había visto desnuda salvo por esa vez que la encontró en la cama con Annie pero no la vio bien, solo la miro por 3 segundos y bajo la vista. Alicia no tenía pechos muy grandes, eran pequeños pero tenían buena forma, era delgada y tenía un pequeño lunar debajo de las costillas.
Se metió a la tina con Sasha y se puso en la misma posición que ella. Momentos después, comenzaron a platicar y de cuando en cuando dejaban escapar algunas risas. Sasha se sentía mucho mejor.
Una semana después
Sasha se encontraba caminando por el jardín de su preparatoria, era su primer día y todas las miradas iban dirigidas hacia ella. Los chicos la miraban y se quedaban asombrados por su belleza, las chicas la miraban y comenzaban a murmurar en voz baja. Ella se sentía muy incómoda y nerviosa, sabía que si hacia algo mal o vergonzoso se lo recordarían no solo todo el semestre, todos los semestres. Había causado una gran impresión, de eso estaba segura, pero de lo que no estaba segura era de si lograría encajar ahí.
Varios chicos trataron de acercarse a ella pero cuando volteaba a verlos, se apenaban y solo bajaban la vista.
Sasha tenía una hoja en donde decía que materias tendría en la semana, cuál era su salón y la combinación de su casillero. Entró por la puerta principal pero no encontraba los casilleros, se detuvo a leer su hoja pero no decía donde se encontraban estos. Dio varios pasos con la mirada en la hoja y chocó contra alguien haciendo que su hoja y varias libretas que tenía en las manos cayeran al suelo.
-¡Oh lo siento tanto! -se disculpó y vio que había chocado con un chico.
-No te preocupes, creo que yo debería disculparme por meterme en tu camino -respondió el chico y sonrió-, te ayudaré a levantar tus cosas.
Él muy amablemente se agacho para recoger las libretas y su hoja. Se levantó y le entrego sus cosas con una sonrisa.
-Muchas gracias -dijo Sasha y le devolvió la sonrisa.
-No te había visto antes, recuerdo a todas las chicas hermosas que veo pero a ti no te conozco.
-Se podría decir que soy la nueva.
-Pues mucho gusto...
-Sasha, Sasha Watson.
-Mucho gusto Sasha Watson. Yo soy John, John Burton, es un placer conocerte.
-El placer es mío.
Hubo un momento de silencio donde Sasha pudo observar lo guapo que era. Tenía el cabello negro, peinado hacia la derecha (justo como su padre), sus ojos eran oscuros, sus mejillas coloradas, delgado y un poco más alto que Sasha.
-Veo que estas un poco perdida -dijo finalmente.
-Sí, no encuentro los casilleros, ¿podrías llevarme hasta ellos?
-Seguro, sería un placer.
Recorrieron el pasillo principal, que estaba lleno de estudiantes. Pasaron por varios salones y al final del pasillo giraron hacia la derecha.
-Justo aquí -dijo.
-Muchas gracias -dijo Sasha-, te debo una.
Sasha identificó su casillero y dejo sus libretas dentro.
-Si quieres puedo llevarte a tu salón.
-Te lo agradecería -dijo Sasha y miro su hoja-. Mi salón es el 25.
-Espera, ¿estás en mi salón?
-Pues si estas en el 25 creo que sí.
-¡Genial!, creo que seremos grandes amigos.
-Eso espero.
N/A: Hola! Bueno solo queria decirles que muchas gracias a mis lectores por sus votos. Me gustaria que comentaran tambien que es lo que mas les gusta de cada capitulo. Ayer una amiga me hizo un dibujo de Sasha, le falta color (por que no tengo colores :'v) pero, ¿que opinan? ¿Se la imaginaban asi? Para mi Sasha es muchisimo mas hermosa en mi cabeza. Si saben dibujar me gustaria pedirles un favor, mandenme dibujos de los capitulos o lo que mas les haya gustado, los mejores dibujos los pondré en los siguientes capitulos y pues sin otra cosa que decirles me despido. Les voy a dejar mi perfil de Facebook para que me manden sus dibujos, pueden buscarme como Jesús Rojas. Nos leemos en el proximo capitulo!
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La sombra detrás de mi
Proză scurtăSasha Watson es una adolescente como cualquier otra, sin embargo detrás de su hermoso rostro oculta un gran dolor causado por sus traumas del pasado.