Sasha se levantó (como cualquier otro día) un martes muy temprano. Se metió en la tina y se quedó ahí por dos horas simplemente pensando en las grandes cosas que haría.
Habían pasado tres meses en los que tuvo que volver a estar internada en aquel hospital psiquiátrico. Alicia y Annie no podían dormir y ambas tuvieron problemas en su trabajo pero sus jefes comprendieron su situación al enterarse del incidente. Les dieron muchos días libres, días que pasaban muy asustadas y llorando; llamaron a la policía y ellos se quedaron varios días a dormir en su casa esperando la llamada del secuestrador para tratar de rastrearla. Pasaron dos semanas cuando finalmente estaban todos listos para ir al rescate de la chica pero justo cuando iba a salir el primer oficial, la puerta se abrió, era Sasha que estaba vestida con ropa tan grande que casí se le caía y cubierta de sangre, tenía una sonrisa muy inquietante en su rostro y una navaja en la mano.
—¡Sasha! —gritó Alicia con lágrimas en su rostro y corriendo para abrazarla—. ¿Te hizo algo malo?
—Me violo —dijo y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos—, me violo y me golpeo muchas veces —de pronto lanzó una risa inquietante—.Lo maté, ¡Mate al desgraciado! —Alicia la soltó cuando comenzó a reírse como loca—. ¡Se retorcía como un puto gusano!, lo agujere del ombligo a la garganta. ¡Sangraba como un maldito!
Sasha tuvo que estar internada de nuevo pero esta vez no fue Alicia su doctora y esto no le gustó para nada a la chica; se negó a recibir tratamiento en incontables ocasiones argumentando que no le sucedía nada, que todo estaba bien. Alicia analizó su comportamiento e hizo un diagnostico de lo que le sucedía, a pesar de no ser su paciente hizo lo posible por ayudarla y llegó a la conclusión de que había desarrollado locura. El trauma de su madre matando a su padre y la falta de amor por su parte se combino con el nuevo trauma de su secuestro y violación y la gota que colmó el vaso fue el asesinato que cometió en su defensa. Respecto a eso, no se levantaron cargos ya que lo había hecho en su defensa pero les recomendaron internarla. Alicia quería hacerse cargo ella misma de Sasha pero debido a políticas del hospital psiquiátrico no podía tratarla.
Fue al armario y buscó lo ropa mas provocativa que encontró pero toda su ropa era "ropa de niña estúpida" según ella; recordó la ropa que se había puesto para la fiesta y la buscó como loca, la encontró en la parte más recóndita del armario y rápidamente se la puso. Sasha finalmente estaba lista, solo faltaba darse un toque de maquillaje y estaría lista para "ir a cazar algunos chicos guapos" al parque. Normalmente se estaría preparando para ir a la universidad pero se había perdido ya el semestre. Finalmente bajó las escaleras y se dirigió a la puerta cuando de pronto...
—¿A dónde vas vestida así? —preguntó Annie.
—Voy al parque.
—¿Vestida así?, no lo creo —se puso frente a ella bloqueando la puerta—. Te vas a tu habitación a cambiarte.
—¿Cuál es tu problema? —preguntó la chica molesta.
—¿Cuál es el tuyo?, ¿no aprendiste la lección? No toda la gente afuera es precisamente buena. Me voy a quedar aquí parada hasta que no te vea cambiada.
—Eres una pesada —dijo y se fue dando grandes golpes con cada paso.
Diez minutos después bajó con otra ropa (igual de provocativa pero con una sudadera para ocultar su blusa corta) y Annie la alagó.
—Te ves muy hermosa con cualquier ropa, no necesitas parecer una callejera para salir a la calle, tus ojos y tu sonrisa hablan por sí mismas.
—Como sea —dijo y salió de la casa.
Caminó hasta el parque y se sentó en una banca situada justó en medió de dos árboles por lo que la sombra era buena, hacía mucho calor y la sudadera no ayudaba mucho. Se quedó pensativa mirando a varios niños jugar...
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La sombra detrás de mi
Historia CortaSasha Watson es una adolescente como cualquier otra, sin embargo detrás de su hermoso rostro oculta un gran dolor causado por sus traumas del pasado.