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Namjoon sabia muy bien que todo lo que había planeado alguna vez no funcionaría.

No solo por el hecho de casarse tan joven y tan pronto. Sino que, Seokjin siempre le tuvo al tanto de cuanto deseaba ser padre desde que eran novios.

Nunca le dijo al mayor que él realmente no quería tener hijos, no por temor a su reacción, sino porque realmente estaba intentando entenderse así mismo en ese tema y en cierta parte presentía que Jin estaba algo al tanto, después de todo nunca estuvo emocionado por estos temas. Pero ya sabia que era algo que, muy probable ,sucedería tarde o temprano.

Y así fue.

Mas temprano que tarde, por cierto. 

Un hijo sin duda alguna era una prueba de amor, el inicio de la historia de una pequeña familia. Y a pesar, que cuando se entero de aquel bebé en camino, sintió miedo y una gran mezcla de sentimientos, la felicidad lo abrumó primero. Se acordó de las burlas de sus compañeros, pero al mismo tiempo llego a él la palabra papá y su mundo tomo un nuevo sentido por completo.

Un segundo hijo, era volver a recordar lo vivido con el primero, la experiencia había sido tan hermosa que no le importo en lo mas mínimo repetirla, es mas, lo deseaba en cierta manera. Volver a los pañales y los llantos en la madrugada, fue un reto que acepto de nuevo sin problemas.

Un tercer hijo, ya no era una pequeña familia. Las cosas cambiaban por completo y la vida diaria se volvía sin duda alguna mas ajetreada.

Un cuarto hijo, era que definitivamente había que hacer un cambio en la marca de condones.

Y un quinto hijo, era hora de pensar en la abstinencia.

Oh sí. Kim Namjoon, el chico que aseguraba que nunca iba a tener hijos señores, no solo tenía uno o dos, tenía cinco hijos. Cada uno de ellos varones y sin contar que dos de ellos eran gemelos, la sorpresa que habían venido por partida doble. Dos pequeños terremotos en medio de tres hermanos, cada un siendo un mundo completamente diferente. 

Los gemelos hacían por cuatro, como si no era suficiente hacerse cargo de los otros tres, juntos eran como una bomba de tiempo.

Pero eran su bomba de tiempo. Namjoon era condenamente feliz en su ahora caótica vida. Porque a pesar de lo que había dicho años atrás, adoraba y amaba aquellos cinco niños, amaba saber que era producto de su amor, que ellos junto con el amor de su vida le daban cada día algo diferente, un amor incontable, sonrisas y ese sentimiento de soledad que pudo haber experimentado alguna vez, jamas existiría para él.

Si eres parte de la familia Kim, créeme cuando te digo que siempre habrá algo nuevo por conocer y aprender, pues todos los días era una nueva aventura, pero sobre toda las cosas, nunca estarás solo. 

Sí, sin duda algún Kim Namjoon no podía desear algo mejor para su vida.

Los Gemelos Kim | NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora