Los Gemelos Kim | Namjin

t r e s

—¡Jimin, Taehyung! ¡Vengan en este momento los dos! —

Aun que parecia que gritaba, realmente no lo hacia. Kim Seokjin les habla entre dientes aquellos dos pequeños terremotos de cinco años.

No gritaba por el simple hecho de que se encontraban en la fiesta de cumpleaños de unos de los niños del vecindario. Donde estaban todos los vecinos con sus hijos.

Porque sino, por supuesto que ambos gemelos le escucharían muy bien.

— Jin amor... — le hablo Namjoon. Volteando a verlo, Namjoon pudo notar lo molesto que estaba su pareja.

Antes de entrar a la fiesta de cumpleaños, Jin les habia dicho a ambos gemelos que podrían disfrutar todo lo que quisieran con una sola condicion:

Que se mantuvieran en la fiesta.

¿Algo muy obvio no?

Pero los gemelos no podían nunca con la curiosidad.

Todos los invitados adultos se encontraban dentro de la casa, en la sala, sentados y hablando de todo un poco. Todo el resto de invitados, o sea los niños estaban en el jardín de la parte de atrás, con los juegos inflables, el payaso y todo el campo para correr de un lado a otro.

Taehyung y Jimin simplemente no podían entender porque no se les permitía subir al segundo piso de la casa y ver que habia ahí. Como si fuera su casa. Incluso sus mentes ingeniosas ya habían creado toda una aventura a la segunda planta, empezando por cruzar el puente resbaladizo que eran las gradas, el cual era vigilado por grandes guardianes. He aquí sus padres.

Y Seokjin casi se muere de vergüenza cuando el padre del niño que estaban celebrando el cumpleaños, bajo las gradas con sus dos hijos.

Ambos gemelos, vieron de inmediato la mirada de su padre, él guardian mas poderoso y fue suficiente para darles luz verde y salir corriendo al jardín con el resto de niños, como si nada hubiera sucedido.

Jin por mas que les llamo para regañarles nunca hicieron caso a su llamado. Y fue donde Namjoon, que por primera vez se encontraba en una actividad infantil despues de mucho tiempo, entro en acción.

Lo llamo con toda la intensión de que volviera a sentarse a su lado un momento y se tranquilizara.

Jin entendio el mensaje de Namjoon, pero aun así, totalmente molesto fue y se sento a su lado, viendo como Namjoon tenia entre sus brazos a Jungkook, jugando un poco con él, ya que la mayoría de juegos no estaban hechos para un bebé de dos años.

—¡Fue lo primero que les adverti y es lo primero que hacen! — se quejo a penas y se sentó.

Namjoon solo siguio sacandole risillas a Jungkook, dispuesto a escuchar a su espeso mientras seguia jugando con su bebé. Él realmente estaba relajado.

— Amor, esta bien. Mira ya estan en el jardín y Hoseok tambien esta ahí, ya no volveran a subir, no te preocupes. —

— Lo sé... Es solo que de verdad quería que se portaran bien. En el ultimo cumpleaños hicieron un desastre, ¡llegaron a romper dos jarrones de la casa de la niña! — Namjoon tuvo que morderse la lengua cuando lo escucho decir aquello ultimo casi en susurro, apenado de que lo escucharan.

— Bueno, fue culpa de los padres en dejar cosas delicadas a la vista en una fiesta infantil. Deberían de agradecer que los niños están bien, sino realmente les hubiera arruinado la fiesta.— le aseguró.

- No los defiendas - Jin golpeo el hombro de Namjoon en reproche. Y este no pudo evitar reirse al ver que le hablaba tambien entre dientes de la misma manera en la que habia llamado a los gemelos.

— Ya, ya, esta bien. Dejalo pasar, es lo mas malo que han hecho, tienes que admitir que de una u otra manera se han comportado. —

Jin le volvio a ver de manera seria. Cortandole las palabras a Nanjoon de inmediato.

— Oh querido. Eso no se dice hasta que la fiesta termine.  —

Le dijo Jin sonriendo, miestras le quitaba de los brazos a Jungkook. Quería replicar pero la verdad era que él no asistía a un cumpleaños desde que Hoseok tenia cuatro años y tomando en cuenta que ahora tenia nueve, habia pasado bastante tiempo, como para saber realmente como se comportaban sus pequeños revoltosos.

Definitivamente no sabia que era un cumpleaños ahora. Tecnicamente Jin siempre iba solo con los niños.

Pero...

¿Que tan malo podría ser?