Capítulo I: Dulce

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Capítulo I: Dulce.

Dakota.



Estoy apuñalando mi comida y todos somos conscientes de eso, pero déjame decirte que en mi mente yo tengo razones para ser tan agresiva con mis alimentos. En primer lugar, Drew, quien me ha gustado durante el casi año completo que llevo acá, está succionando la boca de Alondra, de quien por cierto detesto que me guste su nombre. Luego está el factor que desde la esquina de la mesa, con dos chicos aclamando su atención, Rose me observa con ojos de cachorro, espera que yo pueda aportar alguna solución porque los mensajes sobre su situación no han parado de llegar.

Y en último lugar, pero no menos importante, está el hecho de que seriamente estoy plantándome hablarle a Jagger y comprobar que tan cierta es toda la fama que le precede, y no exactamente la fama sobre sus habilidades camísticas. Y sí, la palabra no existía, pero ahora sí.


Camísticas: habilidades obtenidas bajo las sabanas, contra la pared, en la ducha, donde usted quiera ir a practicar lo que llamamos sexo.


Sé quién es Jagger, es difícil que alguien no lo sepa cuando es uno de esos chicos que se hacen sentir a donde quiera que van, que llama la atención y parece ser amigo de todos. Además, lo he visto estar en el círculo social de Rose un par de veces y Rose unas pocas veces lo ha mencionado, no cómo una conquista, si no cómo un chico que ha sido amable con ella y una vez la ayudó a quitarse a un chico de fraternidad de encima cuando se volvió algo irrespetuoso. Pero en mi experiencia, nunca he tenido una conversación con él, más que palabras de cortesía cómo: permiso, disculpa, lo siento. Y esta última fue cuando tropecé con su espalda y se giró a observarme por largos segundos que me hicieron sentir intimidada; a eso se reduce mi escaza relación social con Jagger.

Me duele la cabeza, tendría que ser una chica de diecinueve años con solo estrés pre y post parciales, no todo este drama innecesario. Me doy cuenta, muy a mi pesar, de que no hay manera en la que termine de comer, por lo que dejo que Avery, mi asocial compañera de piso, tome el resto del desayuno que apenas toqué.

Tomo mi mochila y me encargo de salir de este cafetín, yendo a mi clase aun cuando es un poco temprano. No he avanzado mucho cuando siento a Rose caminar a mi lado.

—Tu clase no es en mi escuela, Rosie —Señalo lo obvio, apuesto a que mi hermana rueda sus ojos.

Ella enlaza su brazo con el mío y saluda a unas cuantas personas mientras avanzamos, porque parece que todo el mundo la conoce y es incómodo saber que yo, a pesar de ser amigable, no he hecho ningún esfuerzo en relacionarme con otros estudiantes porque me estreso demasiado llevando mis asignaturas al día.

Contradicciones (#1 El Negocio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora