Capítulo XXIV: Sin rastro.

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Capítulo XXIV: Sin rastro.

Jagger.



—Hola a ti, chico ardiente.

Alzo la vista de mi celular para encontrarme con una chica que viste una falda y camisa a juego, luce como una chica estudiosa...Con una mirada lasciva. Guardo mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón. Le sonrío.

Laurie Fox, estudiante de derecho, veinte años y compañera de piso de Dakota. También sé cosas como que es pesada con algunas personas, que una vez alguien quería pagar para que jodieran una de sus notas y que una vez ella quiso pagar para mejorar una nota. No es la mejor persona, no la juzgo, pero tampoco es una persona con la que me muera por relacionarme. Sin embargo, sonrío, porque así funciona eso.

—Hola, ¿Está Dakota?

—Uhm, ¿Qué pasa si te digo que no?

No tengo oportunidad de responder porque detrás de ella veo cómo Dakota pasa rápidamente algún lugar con un zapato en la mano, vuelvo mi atención a Laurie.

—Te diría que no te creo porque acabo de verla pasar.

— ¿De qué conoces a Dakota? —Recarga su hombro del marco de la puerta, lo que me hace saber que esto va para largo.

— ¡Jagger! —Me giro encontrándome con Johnny, un tipo de una fraternidad cercana. Estrecho su mano y acepto un abrazo demasiado exagerado —. ¿Qué haces por aquí?

—Estoy buscando a alguien... —Hago una breve pausa, veo a Laurie y luego a él—. En realidad, estoy buscando a mi novia.

— ¿Tu qué? —cuestiona él y rio, no me extraña su sorpresa. La última novia que tuve, estuvo conmigo hasta nuestro primer semestre, fue una relación larga.

Lindsay, ella hizo impacto en mi vida de dos maneras: una llena de luz y otra mucha oscuridad. Pero no fue su culpa que las cosas resultarán mal, fue mía por no actuar antes, por permitir que saliera lastimada por mis acciones.

—Jagger...No sabía que ya estabas aquí —Esa voz sí que la conozco, me giro encontrándome con Dakota, aún con un zapato en la mano. Le sonrío.

—Sí, van unos siete minutos al menos.

Se hace un silencio de lo más pesado e incómodo, Dakota se mueve impaciente por esta escena y chasqueo la lengua decidiendo acabar con este raro silencio.

—Fue bueno verte, Johnny —Le sonrío antes de darle la espalda—. ¿Lista, Dulce?

—En realidad no, ¿No ves?

—Para mí luces lista.

—Pues no lo estoy, ¿Quieres pasar?

No necesito otra invitación, prácticamente obligo a Laurie hacerme espacio para poder entrar, Dakota toma mi mano y me guía hacia la que supongo es su habitación. Laurie se queja sobre algo de tener prohibido meter a chicos o alguna mierda sobre la nueva compañera de Dakota demandándola. No presto atención a lo que sea que ella diga.

Me dejo caer en la cama que Dakota me señala como suya. Me recargo sobre las palmas de mis manos mientras la observo ponerse los zapatos. Reparo en el pantalón de cuero ajustado que lleva con una camisa holgada blanca que cuelga de su hombro. Me gusta, sigue viéndose muy ella y a su estilo.

— ¿En dónde está Charlotte, tu nueva compañera o amiga? Pensé que ella y Avery vendrían con nosotros.

—Fueron convencidas de ir con Rose —La veo recoger su cabello en una cola algo floja, ni idea de cómo se mantiene ahí, alta con unos cuantos mechones de cabello suelto—. Soy la única que no traicionó tu invitación y va contigo.

Contradicciones (#1 El Negocio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora