Contradicciones (#1 El Negocio)

Capítulo XI: Un poco de información

Capítulo XI: Un poco de información.

Dakota.

Jagger no parece guiarse por nada, rompe el esquema en donde quería encasillarlo, estamos en su auto, lo cual es inesperado, pero más me sorprende cuando estira la mano para encender la radio y suena Rihanna, esa donde Rose soñaba con hacer la coreografía con sombrilla incluida y casi termina con la cara en el suelo.

—Maldición —Se ríe—. Esa tuvo que ser Maddie descargando su música en mi pendrive. Descarada. Le gusta todo este pop.

—Creo que Rihanna incluso ha sido santificada —Ofrezco—, toda chica pasa por su amor por ella, creo.

— ¿Tú?

—Mi fase fue distinta, yo lloraba reclamándole a mis padres que no me tuvieron en la época de bandas y marihuana de los 70 y 80. No porque quisiera fumar un porro, solo que las bandas de antes eran otro nivel.

— ¿Y ahora? —pregunta interesado.

—Ahora no escucho música —Me giro un poco, lo máximo que me permite el cinturón de seguridad, para observarlo.

La verdad es que tengo mucho de mi excéntrico padre, solo que él lo lleva a un nivel mucho más allá. El hombre desde que nací se propuso cómo meta de vida hacerme amar a las bandas que brillaron durante su crecimiento. Dio resultado.

—Esa es una existencia vacía. Voy a enseñarte a escuchar todo, pasaremos por Britney y llegaremos rock pesado. Tengo incluso música latina, la traduje y hay un montón de cosas obscenas. Ten enseñaré a escuchar todo tipo de música y hoy gracias a Maddie empezamos con Rihanna.

Jagger comienza a cantar el coro gesticulando de manera exagerada y moviendo la cabeza al ritmo de la canción. Rio mientras alza cada vez más la voz, canta horrible. Sin embargo, me divierte. Su repertorio es muy variado y me hace saber que sus amigos se encargan de siempre dejar canciones nuevas. En nuestro trayecto suena coldplay hasta llegar a una canción hispana que suena muy triste.

—Y hemos llegado.

Bajo del auto al mismo tiempo que él lo hace y lo sigo bastante curiosa sobre todo esto.

— ¿No es un poco tarde para hacer visitas? —pregunto, pero justo saca una llave de su bolsillo.

Yo pensé que al igual que yo, Jagger vivía en algún otro lugar fuera de aquí...Y se supone dijo que su familia es adinerada, pero esto luce tan humilde y descuidado.

—Nunca es tarde. Ahora bien, no sé si esto cuenta cómo un premio, pero solo Maddie, Jamie....Y otra persona han venido conmigo alguna vez, es importante para mí.

Confianza. Una parte de su confianza es un premio y por alguna razón eso se siente bien. Asiento lentamente con mi cabeza.

Abre la puerta y se escucha una televisión, luego veo a un gato huir de nosotros. Jagger me indica que entre y lo hago mientras cierra la puerta detrás de nosotros. Sorprendentemente la casa está muy limpia y muy bien conservada.

— ¿Cariño, volviste a casa? —Ese acento es muy americano.

—Sí, mamá. Soy yo.

Enarco mis cejas siguiendo a Jagger hacia una pequeña sala de estar en donde en una mecedora una mujer mayor parece estar tejiendo frente a un televisor que reproduce una película en blanco y negro. Cuando ve a Jagger, ella sonríe y él la abraza besando sonoramente su mejilla.