Capítulo XXIII: Hablemos de Jagger.

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Capítulo XXIII: Hablemos de Jagger.

Dakota.



— ¿Tienes sueños para alcanzar? —Le pregunto a Jagger.

Él parece pensativo ante mi pregunta mientras desliza su dedo por mi clavícula. Esta vez, me ha dado tutorías de finanza en mi piso, terminamos hace unos quince minutos y ahora estamos acostados en mi cama, ambos sin camisa pero sin llegar a más lejos todavía. Hemos hablado mucho sobre pequeñas cosas que nos gustan o pensamos.

—Quiero ser digno de la empresa de mi familia —dice tras mucho silencio—. He aprendido mucho sobre la empresa, somos transnacionales, muchas sedes y me aterra que si un día llega a mis manos el poder, arruine todo un legado.

»Papá y el abuelo son mis héroes, mis modelos a seguir y me asusta manchar sus triunfos, por eso trabajo tanto en estar preparado para ello y...

— ¿Y?

Su dedo se desliza ahora por la hinchazón de mi pecho por sobre el sujetador, muerdo mi labio inferior y él sonríe.

—Y en un futuro quiero estar con la mujer de mi vida y tener hijos. También quiero recorrer Asia y América con esa mujer, crear recuerdos y cuando nuestra última parada termine, la sorprenderé.

— ¿Con qué?

—No puedo decirte —Se inclina y besa mi cuello, su pierna colándose entre las mías.

Y en este momento, en esta fase de nuestra relación, me doy cuenta que en un futuro, a mí me gustaría ser esa mujer de la que habla. Porque él no es el prototipo de hombre que esperaba para mí, pero me ha sorprendido con momentos que atesoro en mis recuerdos y que deseo repetir.

— ¿Qué hay de tus sueños? —susurra contra la hinchazón de mi pecho, lamiendo sobre el borde de mi sujetador.

—Yo... —Es difícil hablar y pensar cuando la boca de Jagger es tan atenta con mi cuerpo—.Quiero graduarme...Conseguir un buen trabajo, retarme a nuevas experiencias y enamorarme. Quiero tener una....Ah —Sus dedos se cuelan debajo de la copa de mi sujetador—. Una familia. Quiero retarme a hacer cosas nuevas y... ¡Ah! —Sus dedos encuentran mi pezón—. Y descubrir todas mis facetas, mis sueños se basan en...Ser yo misma y siempre tener metas...

—Me gusta —dice llevando sus dedos detrás de mi sujetador y deshaciendo el broche—. Me gustas.

Y después de eso no hay muchas palabras, pero sí muchísimos gemidos y placer.

***

El hecho de que perciba la mirada de todos sobre nosotras, me hace estar muy segura de que Rose también lo hace, pero mi hermana sabe fingir muy bien que no le afecta ser el centro de atención por las razones equivocadas.

— ¿Qué tal la estación de algodón de azúcar? —Nos pregunta.

—No quiero, pero vamos. Estás muriendo por uno —respondo.

Rose me sonríe antes de dirigirnos hacia el puesto. Finalmente la segunda semana de clases ha terminado, la cual, a diferencia de la primera ha sido un tanto más intensa. Entre las clases que comienzan a volverse profundas, las secuelas de las fotos de Rose y el nuevo mensaje que me ha llegado, no ha sido una semana tranquila.

Eso sin contar a Drew. A él y lo que Jagger se encargó de hacer ver cómo un incidente. Todavía me consterna mi reacción y me causa algo de ruido, el hecho, de que no me arrepiento tanto cómo quisiera.

Contradicciones (#1 El Negocio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora