Contradicciones (#1 El Negocio)

Capítulo XXVIII: Tiempo después...

Capítulo XXVIII: Tiempo después...

Jagger.

Dos meses después...

—No quiero decir esto, pero te ves deprimido.

Alzo la vista de las hojas dispersas en donde tengo las correcciones del profesor McCain sobre mi tesis. No logro concentrarme, así que le doy mi atención a Seth, quien se encoge de hombros antes de morder su sándwich.

—No estoy deprimido, sucede que estoy cansado y tengo cosas que arreglar en mi tesis.

—Entre otras cosas.

—Como la cacería a la que te has dedicado —Suspira—. Jagger, entiendo que quieres encontrar soluciones para esto, pero...

— ¿Qué?

—Maddie y yo estamos preocupados. Nosotros tenemos la impresión de que podrías estar enfocándote demasiado en ello.

—Hasta que ellos no sean atrapados, no estamos a salvo.

—Lo entiendo, pero ¿Por qué no has contactado con el detective que investigamos y vimos que es confiable? No puedes desconfiar de todo el mundo. Sí, tengo muchas habilidades con la tecnología, pero también estoy asustado de que alguien vaya a hacernos un daño real porque Bryce proviene de un círculo de criminales.

Entiendo lo que dice. Tal vez, me he ensimismado mucho en encontrar respuestas y al no obtenerlas me he puesto algo irritable, algo que muchos notan. Pero es frustrante saber que afuera hay alguien con ganas de lastimarte a ti y a los tuyos, pero no saber exactamente qué hacer ni quiénes le ayudan. He llegado a pensar en contárselo a mi padre, pero temo que se vuelva una noticia viral al ser una figura pública debido a las empresas.

Hace poco más de dos meses, ocurrió la fatídica fiesta y desde entonces todo ha estado tan silencioso que es más escalofriante que cuando las notas llegaban, porque sé que están ahí, en algún lugar, esperando el momento para atacar.

—Voy a contactar con él —respondo finalmente a Seth.

Pero es difícil confiar, quiero obtener ayuda profesional sobre lo que está sucediendo, pero aterra darle la información a la persona equivocada que pueda hundirnos más, pero la mirada de Seth me dice lo que ya sé: es una cuestión de fe y confianza a ciegas cuando se trata de esto.

—Hazlo, Jagger. No solo por ti, hazlo por nosotros tus hermanos, por Dakota y Rose.

Y mencionar a Dakota es cómo presionar el dedo en una herida reciente, hago una mueca, Seth sonríe.

— ¿Extrañas a Dakota?

—Le doy tutorías.

—Sabes que no es lo mismo —Y esa línea está llena de verdad.

No lo es. No puedo desmentir eso. Desde la fiesta en la que Rose Monroe fue atacada, los rumores se extendieron bajo la explicación de que fue algún ataque al azar, nadie sabe la letra que se dejó en su cuerpo. Así que poco más de dos meses es el mismo tiempo desde que la breve, intensa e inesperada relación con Dakota Monroe terminó, al menos en términos románticos o pasionales. La menor de las hermanas y yo acordamos seguir viéndonos para sus tutorías una semana antes de cada parcial, para preguntar si hay algo nuevo y porque siempre entro a las clases del profesor McCain.

—He visto rupturas peores —comento llenando el silencio.

No recibo respuesta a mis palabras lo que me hace verlo, porque Seth siempre tiene algo para decir. Asiento hacia él indicándole que suelte lo que sea que quiera decirme.