Prólogo

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Lo primero que registró Natalie fue un fuerte dolor de cabeza que no tardó en expandirse por todo el cuerpo. El horrible sonido de una sirena la obligó a abrir los ojos. Al principio le costó enfocar la vista, pero cuando lo hizo sintió como la vida se le escurría entre los dedos.

A su lado, Jon estaba inconsciente sobre el volante del auto y con el rostro lleno de sangre.

Ella lo llamó a los gritos, o eso creyó, porque no oía sonido alguno salir de su boca. Quiso tocarlo, pero un fuerte dolor en su costado cuando estiró el brazo la hizo desistir.

Comenzó a sentir que algo caliente resbalaba por su mejilla, pero no sabía si se trataba de sangre o lágrimas. Supo que daría todo por volver en el tiempo y estar acurrucada junto a él viendo su hermosa sonrisa o perdiéndose en sus brillantes ojos azules.

Se sentía en una pesadilla. Deseaba que su esposo la abrazara y le dijera que todo iba a estar bien. Pero su cabeza le pesaba tanto que le era imposible mantenerse consciente mucho tiempo más. Con la mirada fija en el rubio pidió un último deseo antes de que todo se volviera negro...

-Despierta, Jon...

Despierta (Jon Bon Jovi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora