Capítulo 4

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-¡Hola! Traje muffins con chips de chocolate –Comento alegremente al ver entrar a Tico y Maria por la puerta de nuestro negocio.

Sus caras de asombro me hacen reír y Jon me mira con aprobación. Estoy cumpliendo con la promesa que le hice el día anterior.

-¿Estás bien? –Mi amigo pregunta preocupado.

No puedo decirle que estuve hablando con el fantasma de mi esposo toda la noche. Yo comprobé que este es real, pero no estoy segura de poder convencerlos a ellos. Me tomo unos segundos para pensar bien mi respuesta.

-Anoche encontré el regalo que Jon iba a hacerme por nuestro aniversario –Digo finalmente.

-¡Oh! Los billetes a Londres –Escucho decir a la mujer.

-¿Ya lo sabían? –Los veo asentir y continuo- Bueno, sí. Estoy pensando en ir. Tal vez un poco de distracción me vendrá bien.

-Claro que sí –Dice Maria acercándose a mí para luego darme un abrazo.

Cuando nos separamos noto algo extraño en la expresión de su rostro. La veo mirar discretamente a nuestro alrededor con la confusión tatuada en su cara.

-¿Ocurre algo? –Le pregunto.

-Podría jurar que sentí el perfume de... -Sus ojos encuentran los míos y se detiene- El aroma de tantas flores me marea –Dice finalmente forzando una sonrisa.

Muerdo mi labio inferior y cruzo la mirada con la de mi esposo. Él está a nuestro lado. Si los muchachos supieran...

-Ya te dije que deberías estar descansando en tu casa –Intento decirle con una sonrisa.

Ella solo se encoge de hombros y se encamina a la parte trasera del local junto con Tico.

Paso toda la mañana armando pedidos junto con mi mejor amigo, mientras que Maria se encarga de atender a los clientes en el mostrador.

Cuando llega la hora del almuerzo me sorprendo al ver entrar a mi hermano. Me asombra su invitación para comer juntos, pero la acepto ante la curiosidad de saber que se trae entre manos.

-Dave, sin rodeos ¿Qué pasa? –Le apunto con el tenedor una vez que le mesera se aleja luego de traernos la comida.

Suspira. Sabe que no lo dejaré en paz hasta que me lo diga.

-No te enojes. Le pedí a una de tus vecinas, y no te diré a quien, que te vigilara... -Hace una pausa ante mi mirada de horror. Pero no lo interrumpo- ¿Quién era el hombre que estuvo en tu casa anoche?

Estoy a punto de mandarlo a la mierda y de decirle que no le incumbe, pero el sombrío semblante de Jon me hace saber que negar la visita de Richie le hará creer que "por algo" estoy ocultándole la información a mi hermano. Y discutir con un fantasma es mucho menos agradable que hacerlo con una persona viva.

-Richard Sambora estuvo en casa. Y no tienes derecho a meterte así en mi vida privada –Suelto molesta.

La cara de David al oír el nombre de mi ex es digna de fotografiar. Es una lástima no tener la cámara encima.

-Tienes que estar bromeando, Tali ¿Cómo supo ese idiota donde vives? ¿Acaso seguiste en contacto con él? –Veo algo extraño en su mirada que me hace enfurecer.

-¿Disculpa? Quiero creer que no estás insinuando que engaño a mi esposo, David.

El rojo en sus mejillas me hace saber que acerté. Primero Jon y ahora mi hermano ¿Es que ninguno me conoce realmente?

Despierta (Jon Bon Jovi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora