Capítulo 2

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Tras pasar una semana llorando en mi casa, decido retomar el trabajo en la florería. Junto con mi mejor amigo decidimos iniciar este proyecto dos años antes de terminar el secundario. Nos capacitamos y con el tiempo pudimos abrir un pequeño negocio, el cual creció muy bien a medida que los años fueron pasando.

Entro por la puerta del local y el sonido de la campanilla me recibe junto con el agradable aroma de las flores. Tico aparece listo para atender a un nuevo cliente, pero su expresión cambia a una de total asombro cuando me ve.

-¡Natalie! ¿Qué haces aquí? -Se acerca hasta mí y me da un afectuoso abrazo.

-Necesitaba volver... o eso creo -Respondo mientras correspondo su calurosa bienvenida.

-Sabes que no hay problema si necesitas descansar un poco más, tengo todo bajo control -Al terminar la frase, ambos podemos oír el sonido que produce un jarrón al estrellarse contra el suelo seguido de una maldición en español- bueno, casi todo.

-¿Amor, puedes ayudarme? -Pregunta Maria, apareciendo por el mismo lugar del que había salido Tico minutos atrás- ¡Natalie! -Sonríe ampliamente al verme. Empuja delicadamente a su esposo para apartarlo y me abraza.

-Mira nada más. No deberías estar trabajando con esa barriga tan enorme -Pronuncio separándome un poco de ella para poder acariciar su abultado vientre de siete meses.

-Tonterías, aún puedo hacerlo. Excepto esa parte de agacharme... -Se voltea para mirar a Tico- Mi amor, ¿puedes ir a barrer el depósito? Es que rompí uno de los floreros que estaba limpiando -Admite con pena.

-Creo que ya estoy lista para volver -Le comento a mi amiga una vez que estamos a solas- Así tienes más tiempo para descansar y preparar todo para el nacimiento de mi precioso ahijado.

-Todavía tengo algo de tiempo. Además me gusta estar aquí. Y la mayoría del tiempo estoy sentada tomando pedidos, Tico no me deja hacer demasiado.

No puedo evitar reír ante su expresión de resignación. Entiendo a la perfección porqué mi amigo se comporta así con ella, Jon era igual de protector conmigo. Ese pensamiento me estruja el corazón y tengo que desviar la vista para que Maria no vea las lágrimas que asoman a mis ojos.

-¿Alguna novedad? -Cambio de tema bruscamente, no me importa parecer obvia. Me acerco al mostrador y observo la lista de pedidos.

-Mmm... Llamó Richard y preguntó por ti -Le oigo decir con cautela.

-¿Richard Richie? -Pregunto para asegurarme de que estamos hablando de la misma persona.

-Sí, tu Richie.

-Ya no es mi Richie -Me apresuro en aclarar.

-No, no, por supuesto que no -La veo realizar una mueca de disgusto- Pero me refiero a que es... él.

-¿Qué dijo?

-Se enteró de lo que ocurrió y quiere verte. Su número está anotado en la libreta. Pidió que te lo diera para que lo llames cuando desees.

-Bueno, eso no ocurrirá nunca -Pronuncio con la vista fija en el mostrador.

-Bien dicho, cariño -Escucho decir a Jon.

Levanto la mirada de golpe, esperando encontrarlo allí, pero solo veo asentir a Maria con la cabeza. Selecciono algunos papeles donde están anotados los pedidos y me voy a la parte trasera de la tienda para empezar a prepararlos.

Vuelvo a casa al atardecer. Lo primero que hago es arrojarme en el sillón para luego cubrirme el rostro con las manos.

-¿Escuchaste, Jon? Richie quiere volver a verme.

Despierta (Jon Bon Jovi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora