MI DADDY 8

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<>RUBÉN<>

Me levante con un delicioso olor dulce parecido al de la tarta, sonrei al recordar lo que paso a noche.

Mi pequeña princesa tiene un cuerpo increíble tan única y perfecto a su manera y una carita bonita con facciones que nunca había visto.

¿Cómo no enamorarse de ella?

Me levanté a paso decidido y me puse mi ropa interior del día siguiente ya que permanecía desnudo en la cama.

En la entrada de la cocina su figura viajaba de un lado a otro preparando y haciendo diferentes cosas para arreglar el almuerzo.

Que princesa tan perfecta.

<>T/N<>

Poniendo los platos sobre la mesa con el desayuno, sentí sus brazos tomarme por la espalda formando un cálido abrazo dejando un casto beso en mi hombro para después apoyar su cabeza en el.

- ¿cómo dormiste, princesa?

- Muy bien, daddy. -

Lo miro sonreir alegré - muy bien, pequeña.

Se separó de mi cuerpo lentamente.

Miro los platos con el almuerzo,
- se ve casi tan delicioso como tú. -

Me sonroje bastante, cubriendo mi cara sutilmente con mi cabello para evitar que el sonrojo sea tan visible.

Desayunamos entre risas y ligeras bromas por parte de Rubén.

Rubén, me dejo sola por un momento mientras el fue a buscar a la farmacia una pastilla anticonceptiva.

Dejó la pastilla para volver a irse con la excusa que tenía que arreglarse para ir a la feria más tarde conmigo y sus amigos.

Tenía bastante tiempo sin ir a una feria por lo tanto la idea me tenía muy emocionada.

Tome una camisa ancha con algo de escote y un short gris, algo cómodo para la feria.

Tras esperar poco más de una hora llegó junto con otros dos chicos uno un poco más bajó que el con gafas y una complexión más robusta y por último un chico más delgado y mucho más bajó.

- pequeña. - pronunció a forma de saludó -

Sonreí algo tímida para después depositar un beso en su mejilla.

- me gusta tú blusa. - sonríe y mira a los chicos que lo acompañaban. - Bueno, te presento a Mangel. - señalo al chico robusto y con gafas.

- Un gusto. - extendí la mano para estrecharla con él.

- el gusto es mio, pequeña. -

- El es Alexby pero dile alex -dijo señalando al mas bajo-

– Un gustó. – sonrei amable.

– El gusto es mio, hermosura. – hablo en un tono ligón.

La cara de inconformidad que puso Rubén lo delató completamente.

– ¿nos vamos? – me tomo de la cintura pegando mi costado con su cuerpo.

Los chicos se limitaron a sentir.

Subimos al auto, Rubén de conductor,  yo de copiloto,  Mangel y Alex en la parte trasera del auto.

El camino fue bastante divertido estos chicos me caían muy bien llegamos al la feria.

Qué empiece la diversión.

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💛 HOLA, ERES SÚPER IMPORTANTE. 💛


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