Al año entrante estaba lista para ser una con el hombre que amaba, estaba muerta de nervios, lo amaba y sabía que estaba bien pero no podía evitar la sensación de ansiedad que recorría mi cuerpo.
Aquello que solo comenzó como un juego de adolescentes se volvió lo mejor de mi vida, pensé que no duraría más de un año y ahora parecía increíble que habían pasado cinco años, era alguien diferente a como comencé aquella relación tan extraña.
Camino hacia el altar con los ojos cristalizados, desde ese día un nuevo capítulo en mi vida fue abierto y estaba feliz.
Reí cuando recordé cuando mi madre se enteró que estaba con Rubén, el tenía veintitrés años cuando comenzamos con esta relación.
Estaba triste por qué mi madre se opuso a cualquier contacto que tuviera con él, cuando le conté a Rubén se enojo mucho, no quería que esa cuestión nos mantuviera lejos esa misma noche me llevo a casa y se invitó a mi casa para conocer a mis padres.
Quedé en blanco cuando supe lo que iba a hacer pero como siempre no pude decirle que no, estaba dispuesta a jugar todo por algo que bien podía durar años o terminarse al día siguiente.
Ese día hicimos nuestra relación oficial, mi padre no lo tomó muy bien pero Rubén se ganó a mi madre en un chasquido de dedos fue impresionante, su relación avanzó a pasos gigantes con mis padres y eso me tenía muy feliz, nadie se entrometia en mi relación.
Fijé mi mirada en aquel hombre apuesto que esperaba por mi en el altar, estaba guapísimo con su traje blanco el cabello revuelto y una sonrisa preciosa, mi corazon se encogió recordando tantas cosas que pasamos estos cinco años que se dicen fácil pero me dejan experiencias buenas.
El hombre a mí lado tomando mi brazo me sonríe con ternura, mi padre tan tranquilo y amable como siempre.
Este día era enteramente mío, mi inicio como la señora Doblas.
Ya estaba frente a Rubén quien tomo mi mano suavemente y me guío frente a él.
La ceremonia paso tranquila, llena de calma y lágrimas por parte de nuestras madres.
– chicos, es momento de decir sus votos. – hablo el hombre que estaba dando voto de fé en nuestro matrimonio.
Rubén sonríe y asiente antes de comenzar a hablar. – hermosa, se que tú y yo desde el primer momento que nos vimos frente a frente me atreví a besarte, por qué me fuiste lo mejor que conocía sin siquiera conocerte completamente, juro por mi vida que nunca voy a fallarte, nunca nos iremos a dormir enfadados y confiaré en ti a ojos cerrados como lo he hecho desde que te conozco, eres lo mejor que me pasó nunca y estoy feliz de vivir mi vida contigo y por último, prometo buscarte en la siguiente vida porque está no es suficiente para amarte completamente.
Mis ojos estaban cristalizados intentando reprimir las ganas de llorar Rubén tomo mis manos y las acarició suavemente.
– prometo amar todo lo que tú no amas de ti, prometo nunca fallarte y llevarte el desayuno todos los días a la cama. – sonrió mientras miro su rostro. – te juro amor eterno hasta el final de mis días y más allá de la muerte, nada ni nadie puede borrar este sentimiento tan puro que me haces sentir, eres mejor que lo que jamás pude pedir, gracias por amarme incondicionalmente, gracias por ser parte de mi vida. – sus ojos estaban cristalizados debido a las lágrimas acumuladas, quería abrazarlo y no dejarlo ir nunca. – prometo ser comprensiva y la mejor de las esposas, gracias por llegar a mi vida en el momento correcto.Los dos comenzamos a llorar abrazados, nuestras familias también lloraban un poco, nuestros amigos nos veían con ternura.
– Rubén Doblas, usted acepta a la señorita en la salud, enfermedad en la riqueza, en la pobreza, ¿hasta que la muerte los separé?
– ¡aceptó! – entrelaza nuestros dedos meñique.
– tu/nombre, usted acepta a el señor en la salud, enfermedad, en la riqueza, en la pobreza, ¿Hasta que la muerte los separé?
– ¡aceptó! – miro a mi compañero con una sonrisa.
– puede besar a la novia. –
Nos miramos sonrientes, Rubén, se abalanzó sobre mi para abrazarme y llenarme de besos en el rostro, tomo mi mejilla y beso mis labios de una forma suave y lenta, sonreímos en medio del besó.
Los invitados gritaban a todo pulmón, todo eran felicidad y risas hasta el final.
– Te amo, bonita. – susurra ajeno a todo el ruido que nos envolvía.
HOLA, ¡HASTA AQUI LLEGA ESTA LINDA HISTORIA!
¡MUCHAS GRACIAS POR DARME DE TU VALIOSO TIEMPO PARA LEER!
TE TENGO EN MI CORAZÓN POR SIEMPRE, GRACIAS POR COMENTAR Y VOTAR EN CADA CAPÍTULO (SI LO HICISTE) Y MUCHAS DE VERDAD MUCHAS GRACIAS POR TOMARTE TU TIEMPO PARA LEER ESTO.
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DADDY
Random- Rubén... - lágrimas recorrían sus mejillas. - Él la mira con lástima sintiéndose culpable. - Ya pasó, tranquila... - Quería abrazarla y hacerla sentir segura en sus brazos pero no sabía si ella lo permitiría. Un débil sollozó se escapó de sus l...