MI DADDY 18

2.5K 98 8
                                    


Una boba sonrisa se expande en mi rostro de forma alegré me levanto de la cama dando pequeños saltos hasta el baño para tomar una ducha.

Entra detrás de mi con esa hermosa sonrisa y sus ojos fijos en mi rostro, pega su cuerpo desnudo al mío besando mi rostro en repetidas ocasiones haciéndome sonreír.

Toma el jabón y comienza a limpiar mi cuerpo con cuidado

Masajea mi cabeza con shampoo en ella, me mira a los ojos con una sonrisa enorme, nunca lo había visto tan feliz como aquel dia.

Abracé su cuerpo mientras el acariciaba el mío empapados, su piel era tan suave como la seda completamente lisa, es perfecto.

Toma mi cuerpo y me lleva hacía un vestidor lleno de toallas blancas y mucha ropa, era enorme.

Me puso en el suelo de forma suave para después cubrirme con una toalla, tomo un cepillo pequeño y comenzó a peinar mi cabello con cuidado.

Termina y toma mi mano sacándome de el cuarto de baño.

Iba detrás de el unos cuantos pasos pegando mi mirada a su trasero, me estaba gritando que le diera un apretón, comienzo a reírme en voz baja tomo impulso y le doy un apretón, se queda sin moverse unos segundos mientras yo estallo en risas sonoras frente a él, me mira sin poder creer lo que hice.

– ¿Que es tan gracioso?. – pregunta un poco sonrojado mientras se dispone a tomar mi mano para retenerme.

No le prestó atención por qué sigo riendo observando su reacción de desaprobación.

Me toma de los hombros y me aprisiona contra su pecho mis pies están a unos centímetros sin tocar el suelo, él camina por el departamento hasta una habitación dónde me tira a la cama sin cuidado alguno, me dolía el estómago de reírme tanto, tenía los ojos cristalizados por las lágrimas.

Se pone arriba de mi y comienza a hacerme cosquillas, no puedo con eso sigo riendo mientras me quejó por el dolor en mi estómago de tanto reír, el sonríe mientras yo lucho en la cama para que no siga.  

– Ya por favor, detente. – hablo con dificultad.

No me hace caso y en su lugar su sonrisa se expande en su rostro, dejándome ver sus dientes de forma clara, son preciosos.

Su ataque llega a su fin, toma mi brazo y me levanta de la cama llevándome a una puerta blanca dentro de la habitación en donde estábamos, al abrirla mi boca tocó el suelo, un grandísimo armario esperaba por mi, con un montón de ropa, accesorios, zapatos, bolsos y más cosas que no sabían si quiera para que eran.

Toda la habitación era blanca, los cajones y lugares para poner más ropa eran negros, tenía una ventana enorme que debajo el lugar bien iluminado, me encanta.

Lo miro sin poder creerlo, ¿Todo es mío?.

– todo esto ahora es tuyo, princesa.

Corro hacia él, lo abracé y el me levanto del suelo poniendo mis piernas sobre su cadera, tome su rostro y lo llene de besos, estaba tan feliz en ese momento.

Rubén, es la persona más amable, encantadora y magnífica que conocí jamás, no me arrepiento de nada.

– ¿Quieres ir a cenar hoy?. – pregunto pegado a mis labios besándome suavemente.

– Me encantaría salir contigo.

– arréglate aún más hermosa mujercita. – me da una nalgada y sale de el armario.

Emocionada me dirijo a los vestidos para escoger alguno para esa noche, mi atención se la robó por completó un vestido a la rodilla pegado al cuerpo, negro totalmente.

Tome la fina tela en mis brazos y sonreí, ese lo usaría.

Revise la etiqueta para ver la talla y me encontré con la sorpresa que tenía mi nombre bordado, ese detalle me sorprendió y encantó tanto que no pude evitar reír por lo bajó.

Tome unos tacones negros, eran altos y hacían ver mis piernas muy largas.

Me encanta, deje mi cabello suelto, me coloque un poco de máscara para pestañas y labial rojo, me sonreí en el espejo y me encantaba lo que veía.







¡personita gracias por tanto!

Te estoy eternamente agradecida. <3




DADDY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora