Capítulo 1.

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El maestro de Taller de Lectura y Redacción tuvo la brillante idea de llevarnos a ver una obra sobre la vida de Miguel de Cervantes, realmente antes de ese momento no sabía nada con respecto a el, solo que fue el autor de "Don Quijote de la Mancha"; un libro que evidentemente nunca en la vida había leído y tampoco me interesaba hacerlo.
Al llegar al auditorio para ver la representación nos dijeron que podíamos sentarnos con quienes quisiéramos, no lo dude ni un segundo y de inmediato busque a Amara y a Dalia, también pensé en buscar a Javier pero supuse que se sentaría con su grupito de amigos; con quienes me llevo muy bien pero sabía que si me sentaba con ellos era castigo seguro y mas considerando el hecho de que el profesor no nos quitaría los ojos de encima.
Una vez sentadas, esperando a que empezara la obra noté que Amara estaba muy callada y eso me resultó bastante extraño considerando que es una persona que habla hasta por los codos; Dalia le pregunto si le pasaba algo pero se limitó a negar con la cabeza, sentí la necesidad de casi rogarle que me dijera lo que le sucedía pero sabía que si algún maestro me veía hablando me sacarían del lugar.
Si la obra ya me parecía aburrida, lo fue todavía más porque durante todo el tiempo que duró no dijimos ni una sola palabra, sentí como si ese momento hubiese durado una eternidad a cada segundo veía mi celular para checar la hora, hasta que por fin después de estar ahí sentada distrayéndome con cualquier cosa en lugar de prestar atención, se termino la obra.
Saliendo de allí tocaba laboratorio así que fuimos al salón a recoger nuestras cosas y en ese lapso de tiempo entre que fuimos por ellas Amara siguió sin decir una sola palabra; Dalia no le tomó tanta importancia, ya que estaba más entretenida contándome sobre el viaje que estaba a punto de hacer, y en realidad tenía mucho sentido; si Amara hubiese estado de buen humor como siempre estaría hablando de cualquier cosa y no le daría oportunidad a Dalia de contarnos sin que ella la interrumpiera a cada rato. Así que ese fue su momento perfecto para contarme todo con calma y a detalle aunque para ser sincera no le preste mucha intención en mi cabeza solo me preguntaba que le estaba pasando a mi amiga, pero entre que escuchaba y me perdía en mis pensamientos lo único a lo que presté atención de su platica fue que sería un viaje largo, en cuestión de que se ausentaría varios días. Dalia dijo que se iría a Colombia de vacaciones durante una semana y media, lo cual la tenía súper emocionada, a pesar de que faltaría muchos días a clases; de todos modos eso no tendría porque preocuparle, desde que la conozco ella es una persona demasiado inteligente y trabajadora, con calificaciones perfectas, el hecho de darse unos días era evidente que no le afectarían.
Llegamos al salón y todos tomaron sus materiales y bata de laboratorio. Todos ya se habían ido menos Amara y yo, la esperé como siempre pero ella dijo que me adelantara que tenía que buscar su bata porque no la encontraba. Salí del salón y justo cuando iba bajando las escaleras me percaté de que había olvidado mi cuaderno, así que me regrese y cuando volví vi a Amara escondiendo su bata en una pequeña mochila donde traía su ropa para su clase de gimnasia, eso me pareció tan extraño, realmente no me explicaba porque ella haría algo así, ella era consciente de que sin ella no la dejarían entrar, más considerando que no era la persona con mejor promedio del grupo y menos en esa materia, no quise decirle nada, así que me fui corriendo al laboratorio, pocos minutos después ella llegó y le dijo a la maestra que había perdido su bata; obviamente no la dejo entrar y se fue. Su actitud me pareció tan extraña pero creo que quería estar sola, aún se veía muy triste y apagada.
Nunca me había aburrido tanto en esa clase, Amara siempre hacía equipo conmigo en las prácticas porque Dalia se juntaba con su mejor amigo Diego quien también era un cerebrito al igual que ella; era típico que ellos hicieran equipo para todas las clases, siempre obteniendo calificaciones perfectas. Mientras que a Amara y a mí no nos iba mal como equipo, quizás no éramos las más aplicadas pero esa materia no se me dificultaba, ella hacía su esfuerzo y además era muy divertido trabajar con ella, platicábamos sobre cualquier cosas y me hacía reír mucho, lo cual era bueno porque hacía del trabajo algo menos tedioso y animado.
Pero desafortunadamente esa ocasión me tocó hacer el trabajo con Dalia y Diego, lo cual no estuvo tan mal porque evidentemente no me iban a dejar hacer nada, siempre que hacían trabajos era como si algo los hipnotizara, ambos se ponían muy serios y atentos, intercambiaban ideas y hacían muchas anotaciones. Así que fue como una clase libre para mí, aunque realmente no lo disfrute, ya venia aburrida y desesperada por la obra y esto no ayudó en nada, el tiempo también se pasó súper lento mientras yo solo me sentaba a observar como el dúo de genios hacía todo el trabajo.
Terminando la práctica fui la primera en salir del salón para buscar a Amara pero al llegar el salón no la vi, fui al baño y tampoco la encontré, en ese momento me preocupe y le avise a Dalia. Ambas la estuvimos buscando y preguntando por ella pero nadie la había visto, afortunadamente era la última clase así que pudimos buscarla entre nosotras y otros dos amigos, Diego y Javier.
Cada vez me preocupaba más por ella hasta que la vi sentada en las gradas del campo de fútbol, en ese momento me sentí tan aliviada, corrí hacía ella y cuando estuve justo enfrente noté que estaba llorando, la abracé muy fuerte y luego llegó Dalia quien también la abrazó de inmediato.

Quiéreme como soy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora