Metamorfosis

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La primera vez que una chica me llamó la atención era un gusanito,
frágil e inocente.
El gusanito crecía y aumentaba el tamaño creyéndose mas fuerte
pero seguía igual de blandito.
Al tiempo de empezar mi primera relación el gusano cambió,
Comenzó a tejer y cubrirse a si mismo,
volviéndose un capullo.
En la segunda relación, seguía siendo un capullo, pero maduro.
Algo quiere salir de la crisálida,
pero las telas de seda que me volvieron un capullo no me dejan, aun soy débil,
y todo se ve oscuro.
Seguí madurando en mi crisálida, sin olvidarnos que seguía siendo un capullo.
Consigo romper la suave seda,
salgo al exterior,
convertido en mariposa de alas grandes,
con ganas de volar,
con ganas de polinizar las flores bonitas del campo,
con ganas de vivir.

Diario de-formeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora