Piensa con libertad y
como recompensa
serás presa del dedo señalador
de una sociedad que nos asusta
con su fusta de la moralidad.
Una sociedad para la que está bien
solo aquello que ellos piensan,
quitando al resto lo que defienden,
la libertad.
Tu opinión no es valida,
meramente porque ellos no tienen
la habilidad de respetar otras maneras de
pensar.