"Hey Micaela"

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Maratón 2/5

— Me contaron lo que paso en la última clase, ¿estas bien? —me pregunta Ramiro, ya era la salida.

—Si gracias — murmuré — En fin, ¿porque no me habías dicho que Azul estaba con mi prima? — le pregunto enojada.

Vi como se tenso.

— Perdón, pero.... Quería amenazarla de alguna manera — dijo encogiéndose de hombros.

— Hoy casi hago un drama frente a todos al enterarme de Azul y mi prima.

— Debemos dejar de hablar de tu prima y Azul.... Ven, te dije que te llevaría a un lugar especial.

— ¿Donde iremos? —mi inquietud no tardo en aparecer.

—No te diré —dijo y me abrazo - ven subete a mi auto.

Lo seguí a su auto, me abrió la puerta y entre, rodeo él auto y entro para poner él auto en marcha.
Nadie hablaba, no era un silencio incomodo, miraba por la ventana viendo todo lo que pasábamos. Observe a mi acompañante, su mirada estaba fija en la carretera, su nariz respingada y sus labios estaban entre abiertos sosteniendo su labio entre dientes. Era condenada mente sexy.

— ¿Disfrutanto la vista? —pregunta divertido.

No me había dado cuenta que ya había parado él auto y me estaba observando.
Volte sonrojada, mire a mis alrededores.

— Llegamos — anuncia.

— ¿Donde estamos? — pregunto viendo todo, nunca había estado aquí.

Era un bosque y mas adelante se podía observar un camino alumbrado.

— Baja de él auto, te mostrare.

Obedecí y espere a que Ramiro estuviera a mi lado. Ya estando, caminamos, llegamos al camino alumbrado por lámparas enterradas y nos adentramos, poco a poco observe una casa pintada de negro, había un letrero con luces neones escritas en él "Vista Barrbulet" decía. Entramos y me quede muda.

— Es... asombroso..—dije cohibida.

—Mi madre me traía aquí de pequeño— me susurra en él oído, me abrazo por la cintura y caminamos viendo todo.

Era un largo pasillo, estaba obscuro en la paredes estaba pintado de azul fuerte mientras era adornado con luces y puntos fosforescentes, aparentando estrellas.

Continuamos él recorrido, había terminado ya, nos encontramos con un lago mientras había una banca. Aun se mantenían las luces, pero ahí se encontraba mas alumbrado.

Nos sentamos.

— Es precioso... —dije sonriendole.

— Lo sé, es una atracción para los turistas.

— Nunca he venido aquí... Ni sabia que existía esto.

—Me encanta saber que te ha gustado él lugar.

— Me ha encantado... Pero ¿porque me has traído aquí?

— Eres la única que he traído aquí, es para demostrarte que te quiero mas de lo previsto —se acerco hacia mi.

— Te amo...— digo al sentir su cálido aliento cerca de mis labios.

—Te amo mas — dijo y me beso.

Era lleno de amor él beso, sentí como pedía paso a mi boca para profundizar él beso. Le di acceso, estábamos en una lucha de lengua, lo tome de la nuca para acercarlo a mi, necesitaba mas de él.

No quería tenerlo lejos de mi, lo quería de la manera mas linda y cariñosa.

Sabía que él me quería de una forma que no pudiera ser explicada. Nos queríamos de una manera inexplicable.