La Flota

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Al salir del edificio me dirijo hacia los hangares de mis reaper y me encuentro con algunos soldados cruzándolos y con los juggernaut esperando a que todos pasen para poder cruzar sin problemas.

—Señor.—Me llama Shadow desde atrás y se coloca a mi lado.—Me alegra volver a verlo al mando de nuestras tropas.

—También me alegro, Shadow.—Le respondo mirando a mis tropas cruzar.—Pero creo que eso no va a durar por mucho tiempo.

—¿Qué me está queriendo decir?

—Creo que el clarividente Sunktum está vivo.—Le respondo y él retrocede, me mira y niega con la cabeza.

—Sabe que su muerte fue un golpe muy duro para nuestras tropas. No quiera bromear acerca de él.

—Te lo estoy diciendo en serio.

—Yo lo vi morir. Todos los altos generales de la orden lo esperamos dos largos meses en el punto de supremacía y nunca salió del pozo.

—¿Y si el pozo simplemente lo transportó a otro lugar?

—¡Es suficiente, Zángano!—Me grita enojado.

—Sí, maestro.—Le respondo cabizbajo y me dirijo hacia uno de los portales.

Al estar frente al portal contemplo un poco la energía líquida y doy un paso adelante, haciendo mi pie desaparecer y luego termino de cruzar el portal para encontrarme con una enorme flota de cargueros lista para partir a la batalla.

Me dirijo hacia el nuevo alto general de los empaladores, que está dando órdenes a sus soldados y me detengo en frente de él.

—Pensé que íbamos a salir en el ala oeste del campamento.—Le digo.

—El campamento enemigo está bien fortificado por todos lados, excepto por el ala este, alto general Aphelion.—Me responde.—La costa es el lugar más seguro para llegar.

—Pero nos van a invadir con una lluvia de flechas.

—En las otras alas también, pero el ala este es la más desprotegida.

—Los skouro van a interceptar nuestras naves antes de llegar a la costa.

—Los informes de nuestros últimos espías dicen que no.

—Los informes también dicen que es un solo batallón de supresores la que defiende la costa, el resto del ejército está a kilómetro y medio de la costa.

—No leí esa parte.

—Porque son los de ayer.

—Ayer no mandaron a nadie a espiar a los skouro.

—A un clarividente, pero veo que usted no tiene acceso a esa información, soldado.

—Soy el alto general Blair.

—Solo eres un novato sin experiencia que está a punto de partir a su primera batalla.

—No me nombraron alto general por nada.

—Porque era el más destacado de su gente, lo sé. Pero usted no es ni siquiera la sombra de lo que el alto general Hazan llegó a ser en su carrera como militar.

—No me intente comparar con un muerto.

—Uno que fue mucho mejor de lo que usted va a ser en toda su carrera como militar.—Le respondo y le doy la espalda, comienzo a caminar hacia las naves y detengo una lanza con mi mano derecha, la clavo en la arena junto a mí y me vuelvo hacia Blair.—Demasiado predecible.

Continúo caminando hacia las naves y me encuentro con Satán conversando con los clarividentes acerca del ataque, me quito el casco y me abro paso entre algunos altos generales.

Renacer #6 - Los Actos De Las LeyendasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora