Narra Abraham:
Después de haber hablado con Miranda, fui al salón para desayunar, por suerte hoy tocaban mis cereales favoritos, parece ser que va a ser un buen día, sin ninguna duda.
—Gracias por los cereales mami. —Dije en un tono tierno.
—No tienes porque darlas mi niño, además se que hacía tiempo que ya no los tomabas y pensaba que los echarías de menos. —Respondió con una sonrisa.
El desayuno transcurrió tranquilo, mi madre y yo mirábamos las noticias y de vez en cuando hablamos sobre alguna cosa, de repente, recordé lo de la quedada.
—Oye Mamá, ¿mis amigos te dijeron donde iban a quedar?
—Sí, según ellos en el parque en donde siempre quedáis, ah, se me olvidaba, dijeron que teníais que hablar de algo importante.
En ese momento me quede pensativo, espero que no fuese nada malo.
Después de eso, fui a darme una ducha para despejarme. Una vez ya arreglado, decidí enviarle un mensaje a Jesús, para asegurarme de que estuvieran allí.
Abraham:
Jesús, ¿estáis ya en el parque? y por cierto, ¿quién esta allí?
Jesús:
Hey bro, algunos ya estamos aquí pero no todos, puedes venir, os estamos esperando.
Abraham:
Ya voy para allá, pero una pregunta, ¿qué es eso tan importante sobre lo que hay que hablar?
Jesús:
No te preocupes que no es nada malo, aunque me extraña que no lo recuerdes.
Abraham:
Te juro que ahora mismo no caigo en nada, sobre todo después de ayer...
Jesús:
Tú tranquilo, ahora cuando vengas se te refrescara la memoria eh.
Bloquee mi móvil sin entender muy bien el porque de su última frase, supongo que ahora lo descubriré en cuanto llegue.
Cinco minutos más tarde, ya estaba allí y pude divisar sentados en un banco a Aurora, Lucía, Álvaro y por último, mi mejor amigo, Jesús.
—Hola chicos. —Salude con una amplia sonrisa.
—¡Hey Abraham! —Dijeron la pandilla al unísono.
Nos sentamos formando un círculo en el césped, puesto que ya no quedaba más sitio en aquel banco, en segundos, comenzamos a hablar.
—Vaya pedazo de fiesta la de anoche eh. —Dijo Jesús con un tono de voz risueño.
—Pedazo de morro que tienes, yo no pude ir. —Respondió triste Lucía.
—Te eche de menos Lucy, pero aquí estamos para contarte todos los detalles, será como si no te hubieras perdido nada. —Dijo Aurora mirando a su amiga.
—Aunque creo que no todos podemos tener esa misma suerte de recordar lo que paso anoche, ¿verdad, Abraham? —Soltó Álvaro.
En aquel instante toda la pandilla comenzó a reírse, aunque a mí no me hacía ninguna gracia.
—No es gracioso. —Afirme serio.
—Uy perdona, no pensaba que fuera a sentarte mal.
—¿Podríais comentar que fue lo que hice y dejar de tener secretismo? la verdad me preocupa bastante.
—No tienes porque preocuparte Abraham, simplemente te pasaste un poquito con la bebida, es lo que tiene el desfase, y luego pues te pusiste a hablar cosas sin sentido y te tambaleabas, lo típico de una borrachera, eso sí, luego desapareciste y te estuvimos buscando y no aparecías por ningún lado, menos mal que llegaste a casa de Miranda, aunque me sorprendió dado en el estado en el que encontrabas que fueses capaz de caminar hasta allí. —Respondió Aurora, aclarando las dudas de Abraham.
—¿Seguro que solo fue eso? aunque vaya, eso de por si es bastante vergonzoso, pero espera...¿qué yo de verdad fui a casa de Miranda?
—Sí, ¿eso tampoco lo recuerdas?
—Va a ser que no...
—Uhhh. —Dijeron picaramente Álvaro y Jesús.
—Es mi mejor amiga, gilipollas.
—Cuando intentaste besarla no tanto. —Mencionó Aurora.
Me quede a cuadros en ese momento, no pude ser tan estúpido como para haberme acercado a besarla en ese estado, me produce temor saber lo que pensará de mi ahora.
—¡¿Como?! yo no tenía de este bombazo del siglo. —Exclamó sorprendida Lucía.
—Ayer la llame para saber que tal estaba y si sabía de Abraham y pues bueno...resulta que sí.
—No veas que casanova Abraham eh, con que ya tenías claro tu objetivo. —Dijo Jesús divertido.
—¿Pero qué estas hablando? ¿Para que iba a planear yo besar a mi mejor amiga? no digas tonterías.
—Pobre Miranda, lo que tendría que aguantar ayer. —Susurro Álvaro.
—Te he oído que lo sepas, y la verdad que iré a disculparme, seguro que fui una molestia.
—No seas tan duro contigo mismo Abraham, además soy mejores amigos, tienes suerte de haber acabado en su casa y no en la de otra persona. —Contestó Aurora, animandole.
—Por esa parte tienes razón, pero igualmente lo haré, o sino me sentiré mal.
—Ojalá fueran todos los hombres como tú oye, ya sabéis vosotros dos, a tomar ejemplo.—Dijo Lucía mirando a los otros dos chicos presentes.
—¿Perdona? si somos unos caballeros. —Respondió Jesús mirando con complicidad a su amigo.
—Ya claro, más os gustaría. —Dijo Aurora.
El grupo soltó una carcajada pero Abraham seguía absorto en sus pensamientos, se sentía estúpido por lo de Miranda, pero a la vez algo en su interior le hacía estar decepcionado, pero realmente, no sabía de que.
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Dime que me amas. (Abraham Mateo)
FanfictionEl amor, la historia más bonita, o eso es lo que dicen... ¿Pero y que pasa cuando deja de ser esa maravilla a convertirse en tu mayor pesadilla? ¿Quién dice que en el amor el sufrimiento no es una opción? Si quieres descubrir la cara B de lo que t...