El agua caía sobre el techo de tejas marsella rojizas, esa tarde el cielo parecía caer a pedazos y la lluvia bajaba acompañada de truenos y relámpagos. El clima era tan malo que los caminos de la ciudad estaban totalmente cortados.
Hak se limitaba a observar por una ventana, perdido en sus pensamientos, quién sabe cuales. Siguiendo con su mirada a las hojas que caían desde los viejos arboles que rodeaban el jardín de su hogar. El amaba la lluvia, como no le iba a gustar si cada vez que el clima se ponía así de pesado, el podía encontrar una excusa para visitar a la señorita Yona por si ésta necesitara de su compañía, ya que ella temía mucho a los ruidos que haces los destellos.
Hak se levantó del sillón mullido qye ocupaba junto a la ventana y se perfiló a buscar velas en el botiquín de la cocina.
-Pronto anochecerá y la electricidad se ha ido- se dijo para sí mismo mientras dejaba un porta velas de la mesada.
-Muchacho lleva luz a la habitación de mi hija- dijo el padre de Yona que recién entraba a la habitación algo agitado.
Si señor, ya mismo- contestó el pelinegro con una semi sonrisa en su rostro. Se paró y salió atravesando el comedor y el living hasta llegar a una escalera que debía subir para ir hasta los cuartos. Claro que su habitación no estaba allí arriba porque los que trabajaban en esa casa ocupaban los cuartos de la planta baja, en otro sector de la gran casa.
- Yona ¿Puedo pasar?- tocó la puerta tres veces pero nadie contestó a su llamado.- escucha soy Hak, dejame entrar que traigo velas encendidas.
-Pasa por favor.
- Bien- entró y tardó en distinguir que la jovencita que venía a ver estaba sentada en un rincón mientras se tapaba los oídos con sus pequeñas manos.- Yona ven aquí- dijo mientras ofrecía su mano amablemente.
Ella la aceptó rápidamente y por el miedo que sentía lo abrazó fuerte.
-No me sueltes Hak... por favor no me dejes- le dijo al morocho mientras lo sostenía.
Podría acostumbrarse a vivir con la lluvia si es que por ella podía abrazar a Yona de esta manera.
-Estaré contigo - susurró el pelinegro con su corazón acelerado, lo intentó disimular lo más que pudo y tuvo éxito.
Entonces Hak llevó a Yona a la cama y la acurrucó para que ella pudiera descansar, luego se sentó en el suelo y tomó su mano como muestra de que se quedaría junto a ella mientras la tormenta siguiera para que estuviera más tranquila y pudiera conciliar el sueño.
Al despertar, la jovencita se dio cuenta que él ya se habia ido de su lado y la lluvia había cesado al fin, mostrando un radiante sol en el exterior que la animó a levantarse y buscar sus ropas más lindas.
-Que se supone que haré con mi cabello- dijo algo molesta porque no le gustaba su larga y rojiza cabellera y por eso pasaba buenos ratos arreglándola y peinandola.
-Ya esta listo el desayuno, prepárese para ir a la escuela señorita- pronunció Kija, un empleado de la casa, mientras atravesó el umbral de la puerta para acomodar rápidamente la cama y sacudir las cortinas.
-Gracias Kija ahora bajo - esbozó una sonrisa en su espejo y tomó su mochila antes de desaparecer por completo de la habitación.
Bueno eso es todo, continuará en el próximo episodio ^-^
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Akatsuki no Yona - Otros tiempos
FanfictionLa historia trascurre en otro tiempo y espacio, donde Yona es una estudiante de secundaria. ¿Cambiará su destino a pesar de estar en otras épocas?