Parte 5: "Una fiesta"

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Después de esa invitación tan casual ambos jovenes se fueron a sus cuartos esa noche.

-¿Qué pasa conmigo? ¿Estoy loco? Es la hija del hombre que me trajo a vivir a esta casa, es como un padre para mi y yo vengo a pensar así de ella, de su hija nada menos. Si supiera que mi corazón se enloquece cuando la veo, que siento paz cuando la abrazo, que hay algo que me hiere con tan solo ver  ese broche que guarda con tanto amor arriba de su cómoda. No puedo caer en esto, yo no puedo- hablaba para sí mismo el morocho mientras de agarraba la cabeza.

En la habitación de Yona también había una voz baja que recitaba lo que pensaba, ella compartía todo lo que tenía para decir con su peluche en forma de ardilla al que llamaba Ao, como si fuera a contestarle algún día.

Al día siguiente la modelo del curso se acercó hasta su presa y dijo con seguridad inquebrantable.- Te concederé el honor de ir conmigo al baile Son Hak, no tienes que agradecermelo solo se puntual.

- Lo siento Lili voy con alguien más- estas palabras enojaron a la morocha, haciendola salir lo más rápido que pudo de aquel curso.

- ¡No puedes rechazarme por siempre ! Ya verás Hak.

Al mismo tiempo que esto ocurría, Soo-Won invitaba al baile a Yona casualmente. Sin saber que contestar esta otra salió corriendo disculpandose y diciendo que lo pensaría más tarde y le daría una respuesta mañana. La pelirroja se sentó en el suelo del patio donde consideraba su lugar para almorzar y despejarse, allí apoyó su espalda contra la pared del gimnasio y arrancó una flor de ahí.

Por cada pétalo que arrancaba iba diciendo.- Hak, Soo-Won, Hak, Soo-Won, Hak, Soo-Won...

- ¿A qué juegas? - interrumpió el rubio que habia encontrado el escondite de su prima.

-¡Soo-Won! - que susto se llevó, estaba tan distraida que no lo habia visto llegar.

- Ven al baile conmigo Yona- se acercaba lentamente a ella.

-Te dije que lo pensaría, se suponía que iré con Hak.

- Ven conmigo, no puedes negarte- agarró la cintura delgada que esta tenía y la atrajo hacia él para abrazarla. Nunca lo habia hecho antes, esto era nuevo.

En ese momento el demonio negro apareció y se congeló al verlos tan cerca uno del otro, sabiendo que ella tenía sentimientos por el rubio.

-Suéltame - dijo cuando vio a su amigo.

- Esta bien- la soltó pero antes de dejarla del todo le dio un beso en su mano, mirando al morocho de reojo.

Fue una situación inusual. Luego de lo ocurrido, Hak y Yona volvieron a su casa sin mediar palabras, perdidos en las ventanillas del auto que los transportaba.



Akatsuki no Yona - Otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora