Parte 2: "Un encuentro inesperado"

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El primer dia de clases de Yona y Hak recién comenzaba. Ambos tenían la misma edad por lo que iban al mismo año escolar pero esta vez les tocó estar en aulas separadas, que triste sería aquello. Que solitario para ambos que no conocían a más nadie en ese enorme lugar. Seguramente sería una nueva forma de hacer amigos. 

Por suerte, sus aulas estaban una frente a la otra y podrían comer juntos en los recesos como siempre lo habían hecho. 

Los dias pasaron y Yona pudo hablar con algunas personas de su clase, con Yoon y Soo-Won que eran bastante amigables con ella y muy respetuosos. Este último era considerado un príncipe en el colegio y todas las mujeres morían por salir con el ya que era tan popular. 

Yona al igual que las demás, hablaba de Soo-Won todo el día. Hablaba con cualquier empleado que estuviera limpiando, cocinando o solo pasando por ahí en su hogar. Estaba encantada con lo bueno que era este chico, era como un idol para ella. 

 Se encontraba perdida en sus pensamientos mientras abrazaba un peluche en su habitación cuando de pronto llamó alguien a la puerta.

- ¿Hija puedo pasar?

-Si padre, adelante- rápidamente arrojó el peluche y corrió a abrir.- ¿Como estas papá?¿Ocurre algo? pasa por favor.

-Quería avisarte que esta noche nos visitará tu tio y tu primo.

-Bien, estaré lista entonces para conocerlos- dijo esbozando un alegre sonrisa por la noticia. 

Se preparó todo para la cena y cuando se abrió la puerta para recibir a los invitados que venían de lejos, Yona se llevó una sorpresa al encontrar que Soo-Won estaba allí tras su tío. No sabia como esconder su sonrojo al saber que aquel rubio comería con ella y visitaría su casa. Trató de ocultar también su dolor por saber que eran parientes. Inmediatamente se sintió mal por eso porque a Soo-Won no o veía como su primo y tenía sentimientos por él, un poco agudos y esos que recién renacen pero eran sentimientos de amor al fin y al cabo.

Cuando terminó la cena, Yona se ofreció a mostrarle el jardín a su invitado.

-Quien diría que seriamos parientes- comenzó diciendo el rubio mientras olía una rosa que le había gustado del rosedal.

-Escucha...-fue interrumpida.

-Se suponía que este regalo era mi prima- y sacó un broche muy hermoso que llevaba en el pantalón y se lo ofreció con una dulce sonrisa que ella jamás vio antes.

-Gracias- respondió emocionada- Sabes, tu me gustas- soltó sin rodeos como si sus palabras se las llevase el viento.

-Tu también me gustas, claro que como amigos y parientes que somos ahora- agarró la rosa con la que jugaba y se dirigió al salón nuevamente sin mirarla a los ojos.

Sin querer Hak que pasaba por ahí pudo presenciar esta escena sin ser visto. Ambos, Yona y Hak se fueron a sus habitaciones esa noche. Cada uno con su corazón roto, una herida que se cura entre lagrimas...



No queria ser tan cruel con mi pobre Hak u.u

Akatsuki no Yona - Otros tiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora