Bills: Una carta especial.

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 —Casi lo olvido, el señor Bills pidió que te entregara esto — dijo Whis mirándome y me entregó un pequeño papel.

—Gracias Whis, la leeré luego — musité y luego comencé a llorar.

—Galia, ve a descansar. — pidió Whis. —Te llevaré tu platillo favorito — dijo el ángel tratando de animarme.

—Gracias — respondí y me dirigí a mi habitación, pero decidí dirigirme hacia la habitación que le perteneció al señor Bills.

A penas entré noté el horrendo olor a sardina que tenía su habitación, pero en vez de quejarme estallé en llanto, recorrí cada centímetro de la habitación con mucha nostalgia y me acomodé en su cama, sus sábanas aún tenían impregnadas su olor, me arropé bien y caí dormida.

Me desperté como de costumbre, salí de la habitación y me dirigí a la cocina.

—Hola Whis — intenté sonreír.

—Hola Galia, has dormido casi una semana — Me informó.

— ¡¿Una semana?! — solté con sorpresa. —Dormí mucho.

—El señor Bills habría dormido como mínimo tres años — dijo el ángel.

—Lo extraño mucho, extraño sus berrinches, extraño sus bipolaridades — susurré mirando al suelo.

Varios años después.

—Whis — grité desde la antigua habitación de Bills. —No encuentro mis pendientes — continué gritando.

—Los buscaré — dijo el ángel con una sonrisita. — Están sobre aquella carta — señaló un sitio en el cual se encontraban muchos objetos.

—No entiendo cómo pudieron llegar hasta ese lugar — Me defendí y me apresuré a tomar los pendientes, pero aquella carta me llamó mucho la atención.

Tomé la carta y la desdoblé.

3,135,500,909 del Calendario Real.

Querida Galia:

Si Whis te entregó esta carta quiere decir que dejé de existir, por lo tanto te habrás convertido en mi sucesora, en la Diosa de la destrucción del universo 7. Eso me mantiene tranquilo ¿Sabes? Posees todas las cualidades de un Dios de la destrucción, incluso tú podrías superar a cualquiera de los dioses.

En esta carta conocerás todo sobre tus orígenes, espero que aún te interese.

Aún recuerdo el día que te encontramos flotando en el espacio, eras solo un bebé. Perteneces a una antigua raza de guerreros muy fuertes denominados, Maruxas. Freezer fue el causante de la destrucción de tu planeta, pero tú te salvaste sola y cuando nosotros te encontramos estabas al borde de la muerte. Parecerá extraño pero al observarte sentía que algo dentro de mí se iluminaba. Decidimos salvarte ya que Whis notó el gran potencial que se encontraba oculto en ti.

Un ángel, un Dios de la destrucción y un bebé muy curioso, es una fatal combinación. Causabas destrozos peculiares o destrozabas cosas con un gran valor, a pesar de todo intentamos cuidar de ti, educarte y lo más importante entrenarte. Jamás me había sentido tan feliz, con tu llegada alegraste a todos, desde el primer momento que te vi nuestras vidas se llenaron de alegría y el ver que sigues creciendo hace que me sienta orgulloso de ti.

Comenzaste a crecer con rapidez, nunca me imaginé que te convertirías en toda una mujer y una muy hermosa. ¿Recuerdas el primer duelo que tuvimos? Aún no encontrabas tu verdadero poder y te terminé venciendo pero nunca te diste por vencida, continuaste entrenando cada vez más hasta que alcanzaste aquella fase tan temida por todos los dioses, aquella fase que jamás logre alcanzar, pero tu determinación te llevó a conseguirlo y eso me hace sentirme muy orgulloso de ti mi cielo.

Reconozco que Whis puede ser muy indiferente en muchas situaciones, pero aunque él no lo admita él te ama de las misma manera que yo lo hago mi niña, nosotros te vimos crecer, te vimos caer, te vimos caminar por primera vez, te escuchamos, te vimos llorar. Los dos te amamos con tanto fervor. Jamás imaginé que un Dios de la destrucción y un ángel podrían llegar a ser buenos padres o al menos lo intentamos.

No hace falta decirte lo mucho que te amé Galia, tú fuiste aquella estrella que iluminó nuestras vidas, me causaste muchas alegrías y muchos dolores de oídos, pero no importa.

Solo te pido que no llores mi partida, la muerte es algo común entre todos incluso entre los dioses, algún día volveremos a estar juntos, algún día podrás sentarte en mi regazo esperando un cuento, algún día podré abrazarte y nunca más soltarte.

Te amo tanto hija mía.

Con mucho amor Bills, Dios de la Destrucción del Universo 7.

Terminé de leer la carta y sentía como aquellos muros que tanto me costaron construir para recuperarme de la perdida de Bills se comenzaron a desmoronarse, había olvidado aquella carta. Pero jamás me olvidaría del señor Bills. 

  —Tú y Whis siempre serán mis padres — sollocé. — Te amo tanto papá.  



Dragon Ball: One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora