Cooler: La amante marchita.

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—Mi corazón le pertenecerá siempre a él — rugió Isis mirando con furia a Freezer. —Mi amor será solo para él. — musitó antes de dirigirse a su habitación.

— ¡Nunca serás feliz con él! — Se burló el emperador del mal con una sonrisa.

—Me marchitaré antes de corresponderte — gruñó ella antes de azotar con fiereza la puerta.

Isis comenzó a caminar por los extensos corredores de la edificación, hasta que se dio cuenta que se encontraba perdida, había caminado sin rumbo fijo y no recordaba aquel obscuro lugar, escuchó varias voces acercándose hasta el lugar. Ella tenía prohibido salir de su habitación, pero luego del enfrentamiento con Freezer sintió que la fortaleza recorría su cuerpo así que desobedeció la orden de su esposo.

—Dices, qué está todo listo. Eso tiene buena pinta — habló Freezer, Isis estaba segura de que se trataba de ese ser abominable.

—Solo necesitamos que tus soldados vayan hasta el planeta — respondió otra voz muy conocida para Isis, el dueño de la voz era el dueño de su corazón, Cooler, el hermano mayor de Freezer.

Ella sentía las ganas de salir de su escondite y lanzarse a los brazos de su amado, pero debió contener todos sus impulsos debido a que Freezer se encontraba junto a él, continuó en aquel lugar esperando que ambas siluetas que apenas lograba distinguir se desaparecieran. Freezer se marchó dejando solo a Cooler en aquel pasillo extraño.

—Es bueno volver a verte — dijo Isis saliendo de su escondite.

—Mi amada Isis, no deberías estar aquí — aseguró Cooler mirándola.

—No puedo seguir en este lugar, me estoy marchitando — musitó con tristeza. — Tú sabes perfectamente que moriré si sigo así.

— ¡Volveré! ¡Te lo juro! Escaparemos juntos — dijo Cooler con una sonrisa haciendo que Isis se sintiera más tranquila.

—Vuelve pronto Cooler, no se cuánto tiempo pueda resistir — concluyó y comenzó a caminar en busca de su habitación.

Un año después.

Cooler regresó en busca de Isis, había pasado un año exacto desde que se encontraron en aquel pasillo.

Ella había esperado durante un año entero, un año en el cual ella había cambiado demasiado, su rostro no tenía la misma jovialidad, su voz perdió la dulzura, sus tratos eran más hoscos; una cosa era clara, Isis había perdido toda su gracia, se había marchitado.

Cuando ambos amantes se encontraron por mera casualidad en el pasillo, Cooler no fue capaz de reconocer a Isis.

—Te tardaste un año — musitó ella con melancolía. —Un año, un maldito año y mírame — gruñó con molestia.

—Isis... — Cooler trataba de reconocer a Isis, pero ella lucía muy diferente. —Volví, ¡Por ti! — dijo con seguridad y tomó la mano de Isis depositando un suave beso en ella.

El amor, el amor. Una de las mayores fuerzas de todas.

Aquel leve contacto de los labios de Cooler en la delicada mano de Isis, hizo que toda la pena y aflicción que ella cargaba se desapareciera, mostrándole a la amante perfecta que él tenía en su memoria.

—Me has devuelto a la vida, dejé de estar rota y marchita — sonrió Isis lanzándose a los brazos de su amado.

—Tú me has devuelto las ganas de sonreír — musitó Cooler antes de besar a su amada Isis.

Juntos huyeron, lejos de todo, lejos de Freezer, lejos de King Cold, abandonaron sus vidas anteriores para poder ser felices juntos, para poder crear una familia en tranquilidad.

Dichosos fueron aquellos que huyeron de las garras del emperador del mal. Dichosos hasta cuando dejaron el mundo de los vivos en santa paz. Isis y Cooler se juraron amor eterno en esta y otras vidas. 



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