13. Pollo Alfredo.

67 4 0
                                    

Recién había salido del hospital, no más de dos semanas. En cuanto Niall se enteró del compromiso, no dudó en planear un pequeño convivio para su amigo. No tenían muchas personas con quienes confiar, Louis suponía que ésto sería sólo entre ellos dos, tomando y jugando con algunas cosas. Una tabla ouija y botellas en exceso, la noche estaría bien.

Un rato transcurrió entre risas, Niall toma su teléfono y textea algo que Louis no alcanza a leer.

-invité a un amigo, espero que no te moleste- el chico niega y se encoge de hombros.

-necesito conocer a más personas y reventar mi burbuja- Horan sonríe y prosigue a levantar una botella nueva al aire.

-ésta pequeña me ruega que la beba-.

-¿qué esperas para hacerlo?- acomoda una tira de cocaína con una tarjeta de crédito, la inhala y comienza a toser.

-oh Lou, has perdido la práctica- ríe -pero bueno, baila sobre el dolor, no sientas pena sólo siente el champagne- el otro asiente y escucha el timbre del departamento del ex rubio.

-yo voy- abre la puerta y un hombre saluda muy sonriente.

-¡Max!- se pone en píe y corre hasta donde el hombre está, Louis mira con extrañeza -oh sí, Lou, el es Max Schneider, Max, el es Louis Tomlinson- los ojos del más bajo de los tres danzan de uno a otro, su boca es una línea recta y su semblante desconfiado, reconoce esa mirada en algún lugar -¿pasa algo, Louis?-

-ehhh, no, todo está bien- Max espera a que el chico responda a su saludo.

Varias botellas vacías regadas por el suelo y un hombre echado sobre éstas, Louis con un marcador permanente dibujando infinidad de cosas estupidas, Max sólo reía desde la esquina contemplando al par de borrachos, cuando propone jugar retos pesados. Ambos aceptan. El juego va bien, besos, shots, cuando Niall vuelve más pesado el juego.

-Louis, te reto a que te masturbes con ésto- coge una botella vacía -sé que ya lo has hecho- el ojiazul asiente y entre risas baja su pantalón junto con sus bóxers, el alcohol lo hace comportarse atrevido y toda su vergüenza se va.

-maldita perrrrrrrra- alinea la botella, Max se cubre los ojos al notar todo lo que está haciendo. Recuerda para qué ha venido y graba todo el espectáculo.

No más de veinte minutos, ahora los hombres están en la habitación del departamento, Louis toma la regadera de teléfono y comienza a mojar todo a su alrededor, ya está muy ebrio al igual que Niall. Max, por su parte, sigue cuerdo.

El timbre insistente y los rayos de sol colados molestan a Louis, que está recostado desnudo sobre el pecho de Schneider. No otra vez. La música lo aturde y se va haciendo eco del molesto timbre. Niall está tratando de convencer que no se trataba de una posesión demoníaca a una señora de unos cuarenta años si no es que más.

-sólo es un poco de música- la mujer repetía una y otra vez lo mismo.

-eso no es música, esos son puros gritos-.

-por favor señora, sólo es Marilyn Manson- parecía no estar nada borracho, Tomlinson, intentó contener la risa tras ver todos los dibujos que la noche anterior trazó sobre el rostro de su amigo; carraspeó exageradamente mientras bajaba el volumen de la bocina, cubierto con la sábana blanca como un kimono.

-Niall, llévame a casa- éste asiente y cierra la puerta en la cara de la mujer, Max ha despertado, abre el refrigerador y saca un bote con alguna pasta, guiña hacia Louis, que en un santiamén se sonroja.

-parece que te gusta esa cama- sus mejillas en carmín arden y sus ojos muy abiertos tratan de evitar la mirada coqueta del chico, Niall nota la incomodidad.

Open. (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora