Open. (LGBT)

15. Vil extraño.

Niall estaba en el comedor, cuando vé a Harry entrar sólo.

-¿Y Louis?- pregunta, temiendo lo peor.

-Siempre es lo mismo- deja caer su maleta para cubrirse la cara -no quiero verlo más-.

-No tiene a dónde ir...- preocupado, mira fijamente a Styles -¿pero qué pasó?-.

-Dime qué es lo que sabes de Max-.

-Será mejor que salga a ver a Louis- evita la pregunta, no era un buen tema de conversación.

♦

Por la noche, volvía, cansado de haber estado todo el día en esa oficina, lo que más quería era ir por un trago. Algo muy dentro de sí le advertía que algo estaba por suceder.

Veía su reflejo en la pantalla del móvil, esperando algo, lo que fuera, todos sus sentidos estaban alerta, y el alcohol que había estado ingiriendo lo tenían mal.

Al final se cumple lo que lo había estado inquietando, una llamada de Amy.

-¿Si?-.

-Ha nacido... Harry... ¿Quieres venir a conocerlo? Nació de siete meses-.

-Voy en seguida- apresura su paso y sube a la camioneta.

♦

Arribando en el hospital, pregunta por la mujer y se dirige, tiene qué cruzar la sala de emergencias.

Varios enfermeros están sosteniendo a Louis de muñecas y tobillos, puede escuchar la aguda voz. Su aliento se vá ante lo que tiene a sus ojos.

-¡Los voy a matar a todos! Maldita sea suéltenme ya- patalea, grita, lloriquea, es obvio que mezcló sus medicamentos con cualquier otra droga, suelta un alarido ensordecedor que una enfermera suministra algún tranquilizante en su yugular, sigue luchando, cuando Harry se acerca a echar un vistazo -¡se pudrirán en el cielo, malditos ignorantes!-.

Horan, se acerca a Styles.

-¿Cómo te enteraste?-.

-No vine por eso, puede morir y no sentiré nada, a decir verdad, me alegrará la noticia, drogadicto de mierda-.

-¡Escucha lo que dices! Estás dolido, nada de eso es verdad-.

-Mi tempestad acabará con su muerte ¡Entiende!- Horan busca en su bolsillo una nota dentro de un frasco de pastillas.

-Él quería darse por vencido. Ingirió una cantidad de pastillas que sólo lo pusieron así- el ojiverde arrebata el frasquito.

-Lástima que no lo logró- lee la nota, cada palabra es una puñalada a su corazón.

"Lamento mucho que todo terminara mal por mi culpa. No la quiero cargar. Pensé que era tan feliz que podría morir de la felicidad.
Pensé mal.
Y sí, soy muy dramático, pero la vida ya me maltrató suficiente. Hagan como que no pasó nada y actúen como si solo fuera alguien a quien solían conocer.
Pensé que había encontrado un lugar donde estar a salvo y poderlo llamar hogar."

-Se siente muy culpable. Intentó quitarse la vida otra vez. Te engañó, pero dime, ¿quién no ha tenido errores?- un chico de piel blanca entra a la sala, mirando la discusión entre ellos.