— ¿Por qué tienes aroma a otra mujer? BaekHyun,habla. Te lo pedí gentilmente todo este tiempo pero ya me cansé, ¡Dime la verdad! —Exclamó Tiffany con los ojos llorosos, cosa que no me ayudaba en lo absoluto.
Estaba parado frente a ella, sin decir nada pero en mi interior había un conflicto de sentimientos,era culpable y eso lo sabía pero no quería hablarle,decirle la verdad de todo. Por sus sentimientos y por Jessica, ella seguro me mataría, pero por otro lado si seguía pasando el tiempo sería peor.
Había pasado más de una semana, tal vez 4 o 5 y desde el primer momento Tiffany lo sabía pero quería creer en mí, desde hace días esa confianza se terminó gracias a que traía rasguños en mi espalda y no sabía cómo explicarle,ella no había sido y era evidente, no había pasado nada entre nosotros desde entonces; tomé aire de manera profunda,le miré con todo el valor que acunaba mi cuerpo y hablé.
— Está bien, hablaré. —Empecé, aclaré mi garganta y le miré una vez más,sin embargo no encontré nada para decirle,no podía.— Es que fui a probar perfumes para regalartelo en nuestro día especial...—Hice un puchero al decir ello, me odiaba por mentir y me odié más cuando Tiffany me abrazó.
— ¡BaekHyun! ¡Eso es lo más lindo que me puedes hacer! —Exclamó mientras sonreía de oreja a oreja,besando mis labios con furor.
Bien,otra razón para sentir culpa.
— Lamento haber dudado de tí,mi osito. —Besó la punta de mi nariz y me miró con dulzura.
Otra más.
— Te amo mucho. —Me sonrió antes de soltarme para ir hasta la cocina,pues allí estaba cocinando para los dos.
Más razones para odiarme.
No podía creer hasta donde había llegado, estaba en nuestro apartamento simulando estar enamorado, durmiendo en la misma cama, besando sus labios y aprovechando de ella mientras que ahora estaba al teléfono hablando con ___ de encontrarnos en su apartamento, sólo debía terminar de comer e ir "trabajar", era tan sucio.
Estaba sentado en la mesa junto a Tiffany,ella me miraba sonriente mientras con sus pies jugaba con mi pierna y yo sólo comía, mirándola.
— ¿Realmente debes ir a trabajar hoy? Podemos hacer la reconciliación. —Mordía su labio inferior,tal vez pensando en millones de cosas.
— Debo ir a trabajar... Tú lo sabes. —Respondí,pasando mi mano por sobre la mesa y tomé una sus manos.— Lo lamento.
— Al menos una reconciliación rápida, ¿caricias? ¿no? —Decía con cierta ilusión, mirándome casi rogándome con la mirada.
— Sólo un poco, ¿sí? —Respondí, tomando un poco de aire.
Sí, tuvimos relaciones aquél día y cuando llegué al departamento de ___ ella sospechó todo,me conocía tan bien.
— Dijiste que ya no lo harías con ella, ¿por qué ahora lo hiciste? —Ni siquiera pronunció un hola,ni nada sólo aquellas palabras en seco.— Encima todavía espero a que termines con ella,hace tres semanas vienes diciendo las mismas excusas, ¿Inventaste unas nuevas para hoy o te doy tiempo?
— Calma, tú y yo sabemos que no es fácil. Has pasado por ésto también y te quejas de mí. —Le paré mientras cerraba la puerta tras de mí.
Se quedó callada,ajustando su saco mientras me miraba.
— ¿Ésto es una escena de celos? —Murmuré acercándome un poco, casi sin poder creer lo que tenía ante a mi, una __ que moría,algo nuevo ciertamente.
— No quiero que la toques ni que toque lo que es mío. —Se quejó una vez más, así sólo bajó su vista y yo la tomé entre mis brazos.
— Soy tuyo,corazón. Sólo espera un poco más, ¿está bien? —Se apartó de mí, asintiendo así sólo me tomó de la mano y me llevó a su habitación.
Pasé la noche ahí, no dormimos pero me sentía realizado luego de hacerlo aquella noche, definitivamente le pertenecía a ella y sólo podía pensar en una vida a su lado.
— Buenos días, príncipe. —Murmuró, sirviendo el café en las tazas que habíamos comprado para ambos.
— Buenos días, princesa. —Contesté pasando mis brazos al rededor de su cintura y la abracé por detrás.
Poco después estábamos sentados desayunando y hablando de cosas randoms, que por cierto ella me contaba a mí mientras yo le llenaba de besos. Todo era tan perfecto.
Todo es perfecto hasta que suena el teléfono,el mío para ser exactos por lo que me levanté y atendí.
— BaekHyun, ¿Dónde estuviste? Tu padre mi me dijo que no siquiera fuiste a la empresa ayer. —La voz de Tiffany sonó del otro lado, estaba llorando como sino hubiese mañana y se le notaba a kilómetros. Yo sólo miré a __, ella me esperaba ansiosa allí.
— Hablamos cuando llegue a casa, ¿está bien? —Respondí en seco y corté.
¿Cómo podía ser tan mala persona? No tenía perdón de nadie,no lo merecía pero ni siquiera quise pensar en ello y volví a mi mundo de fantasía, donde ___ y yo éramos felices juntos y todo era más que perfecto.
Aquél día no volví a casa ni fui a trabajar, mientras más alejado de la realidad mejor. Llegó la noche,mi teléfono estaba apagado desde la mañana y planeaba seguir así hasta vaya saber cuándo.
Para esa noche habíamos decidido comer viendo una película así que estábamos sentados en el sofá, __sobre mi regazo y yo tocando a gusto su tan bello cuerpo pero fuimos interrumpidos por el timbre; __ se levantó pues era su casa, abrió la puerta y yo sólo miré para ver quién era,la imagen que encontré me congeló.
Jessica y Tiffany ahí afuera, matandome con la vista y __que se encontraba en un sexy pijama rojo de seda más corto que los minutos que me quedaban de vida.
— Te dije que aquí estaba la rata. —Dijo Jessica antes de entrar a la casa como si el diablo se hubiese apoderado de ella.
— ¡Podemos explicarlo! —Dijo __ desde atrás tratando de parar todo pero yo me levanté, dando la cara.
— No __, no vamos a mentir. —Dije posando uno de mis brazos delante de ella para que no siquiera la tocaran.
— Habla, idiota. —Empezó Jessica mientras Tiffany me miraba tal vez con odio pero se reflejaba la tristeza en ella.
~
HOLAAAAA, Tuve muchos exámenes, me tienen de esclava pero bueno, les dejo esto. Byee;-;
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¡Ámame! [BaekHyun & Tú]
Fanfiction✿ Ahora es momento de jugar a enamorarte tanto como yo lo estoy de ti. » Segunda parte de Todo culpa de una apuesta. Gracias por leer y pues eso(?) <3