Capítulo seis.

125 17 0
                                    

Maratón 2/4

-¿Cuanto tiempo llevan saliendo?- Pregunto Rydel una vez que todos se presentaron.

-Seis meses.- Riker paso su brazo por mis hombros.

Ross alzó una ceja.

-¿Por qué no viniste con ella hace como dos meses?- Y Rydel queria matarme (claro que ella no lo sabia).

-Tenia cosas que hacer con el club de música.- Sonrió.- Del que soy presidente.

Intente no rodar los ojos, pero al parecer fui la única, todos sus hermanos lo hicieron, lo cual hizo que me dieran ganas de reír.

-¿Y no te da miedo que alguien la seduzca?- La pregunta del rubio que había sido mi mayor error, me trajo de vuelta la realidad completa.

-Laura es un espíritu libre.- En su tono había dolor.- Si ella algún día quiere dejarme, lo hara.- Beso mi frente.- Pero mientras este conmigo cuidaré de su corazón e intentaré hacerla feliz.

Todos sus hermanos lo observaron sorprendidos y Rydel tenia sus manos en su corazón.

Sin embargo, Ross no parecía sorprendido, en realidad parecía molesto y para nada impresionado.

Sonreí.- Riker es adorable.- Bese la comisura de sus labios.

Mi vista regreso al chico frente a mi y se veía aún más molesto.

-¿Qué hay de ti? ¿Cómo va todo con Courtney?- Le inquirió el chico a mi lado.

-Terminamos.- Me observo detenidamente.- Creí haber conocido a alguien. Aún creo que lo hice.- ¿Qué demonios significa eso?

-Vaya, que intenso.- Susurro Ryland.

-Ni que lo digas.- Le siguió Rocky.

-¡Chicos! ¡Vengan a ayudarme!- se escucho una voz desde la puerta.

Todos caminaron hacia ella, excepto uno.

-Así que seis meses.- Sonrió divertido.- ¿Cuándo piensas decirle que dormiste conmigo?- Se cruzo de brazos.

-Escucha Ross.- Mi pose era desafiante.- Tu tienes tanto que perder como yo.- Su rostro se mostró confuso.- Si tu hermano se entera, toda tu familia se entera y Courtney se enetera de que, en su tiempo, la engañaste.- Sonreí.- No quieres ver a Courtney Eaton molesta.- Le asegure.

-¿La conoces?- Su rostro era de sorpresa pura.

-Mejor que tú, te lo aseguro.- Mi sonrisa se ensancho.-En realidad, conozco a todos aqui mejor que tu. No es coincidencia que estuviera aqui hace meses.- Observe mis uñas.- Está es mi ciudad.- Me encogi de hombros.

Su expresión me decia que no sabia si creerme o no. Pero al final, decidió hacerlo.

-Oh, Hola.- Una señora rubia, de aproximadamente mi estatura me sonrió.-¿Eres la nueva novia de Ross?- Todos abrieron los ojos.

-Es mi novia.- Le comento Riker.

-Oh, lo siento.- Me sonrió con disculpa.- Ven, vamos a sentarnos.- Caminé con ella.- ¿Cómo te llamas?- Pregunto cuando nos sentamos.

-Laura, Laura Marano.- Sonreí.

-Oh, tu eres una de las dueñas de la casa esa, la roja.- Me afirmo.

-Eh, si.- Sonreí algo incómoda. No me gustaba hablar de mi.

-Vaya.- Se quedo pensativa.- Me agradas, pero no creo que seas para Riker.- Sonrió.- Creo que eres más para Ross. El necesita a alguien como tú en su vida.- Suspiro.- No te pediré que te alejes de el, pero creo que sabes que es mejor.- Tomó mi mano.- ¿Por qué estas con el?- Su pregunta me tomo por sorpresa.

No queria mentir, pero no podia decir la verdad. Así que opte por un intermedio.- Creí que el haría que sintiera algo de nuevo.- Murmure.- Pero no es así.

-Lo se.- Apretó mi mano de manera cariñosa.- He oído parte de tu historia, se que recuperarse después de todo no es fácil, y Riker es una gran persona, pero no es para ti.- Me dio una mirada que me recordaba a mi madre.- Nadie lo va a ser hasta que enfrentes tus mounstros.

Lo cual no iba a suceder.

-Mamá, las cosas estan listas.- Informo Ryland.

-Enseguida voy.- El asintió y se fue.- ¿Te quedas a cenar?

-Gracias, pero no.- Sonrió triste.- Tengo algunas cosas que resolver. ¿Puede decirles que me sentí mal?- Asintió.

(...)

Los recuerdos comenzaron a llegar como nunca lo habían hecho.

Tenia miedo.

Tenia enojo.

Tenia dolor.

Sentia todo aquello que no me permití hace años y que por mucho tiempo estuve guardando.

Entre a la casa de mis padres y subí a mi habitación.

Seguía igual.

Las paredes de un color Rubí. Cuadros con fotos de mi familia y unas con mis amigos. Una en especifico llamo mi atención.

Era ella. Antes de todo. Cuando eramos inseparables.

Ambas sonreiamos con nuestras pequeñas calabazas.

Habíamos decidido ir a pedir dulces para Halloween antes de que cumpliera quince. Seria nuestro último Halloween, y vaya que lo había sido.

Ella era un hada madrina y yo era la bruja de blanca nieves. Aquella que era mentirosa, tramposa y envidosa.

-Lo siento tanto Liz.- Sususrre mientras acariciaba la foto.

La regrese a su lugar, pero en el habia un papel que no note antes. Lo observe y al final decidí tomarlo.

El pasado siempre regresa Marie, y algún día yo lo hare tambien.
-S.M.

La solté como si tuviers veneno. Era veneno.

¿Cómo entro a mi casa? ¿Cuando? ¿A caso estaba de vuelta? ¿Querra hacerle algo a Eliza?

Necesito saber que ella esta bien, y solo hay una persona que me puede asegurar que así es.

Baje de nuevo y tome mi bolso. Sali de mi casa y cerré la puerta.

-Así que esta es tu casa.- Habló alguien.- Interésante.

-No tengo tiempo para perder rubio, vete.- Intente seguir caminando pero me detuvo.

-¿Por qué te fuiste? ¿Mi mamá te dijo algo? Ella no suele ser así.- Me aviso.

-No fue tu madre. No podia seguir mintiendo sobre tu hermano y yo. Por más que lo intente no siento lo mismo que el.-Le respondí.

-Oh, vaya.- Sonrió.- Eso es bueno para mi.- Me detuve y lo observe. ¿Qué estaba diciendo?- Tú eres la razón de que Courtney y yo terminaramos.

-No tengo tiempo para culpas ahora.- Me queje.

-No, no es lo que quiero que creas.- Me tomó de los hombros.- Me gustas.- Soltó.- Desde ese día no he logrado sacarte de mi cabeza. Al principio creí que era pasajero o una aventura, pero hoy que te vi de nuevo, con mi hermano... Me di cuenta que va más alla.- Suspiro.- En realidad lo afirme, por que cuando termine con Courtney, yo sabia que era por ti.- Acaricio mi mejilla.

-Lo siento chico, pero el sentimiento no es mutuo. Yo no soy buena para ti o tu hermano y creeme que lo se.- Lo aleje de mi.- Vuelve a tu vida y olvida que conociste a Laura Marano. Intentare no cruzarme contigo o tu familia este verano. Es lo mejor.- En su rostro había decepción y dolor.- Debo irme.

Y sin más me aleje de el.

Es cierto que Ross Lynch había hecho que me sintiera distinta por una noche, pero eso se llamaba sexo.

Yo tenia muchas cosas en las que pensar, mi pasado, por ejemplo. Sabia que debía dejarlo ir, pero tenia que completarlo primero, y para eso, necesitaba no estar involucrada con nadie, por que si me destruia, solo seria a mi.

La Que No Podía Amar.(Raura) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora