Capítulo siete.

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Maratón 3/4 💕

Sentí arrepentimiento una vez que estuve frente al hospital.

-¿Laura?- Demasiado tarde para correr.

-Hola Raini.- Sonreí.

Raini Rodríguez era una de mis amigas más queridas. Sin embargo, cuando me mude de aquí después de la muerte de mis padres, perdí contacto con ella.

-¿Cómo has estado? Hace tanto tiempo que no oigo de ti, es como si te hubiera tragado la tierra.- Ojala lo hubiera hecho.

-He estado bien, ¿qué hay de ti?- Sonreí intentando parecer casual.

-Pues, soy la nueva directora del hospital.- Mencionó entusiasmada.

-¡Oh por dios! ¡Eso es genial! ¡Felicidades!- La abrace.

Ella merecía eso y mucho más.

-Lo se, estoy muy feliz. Es mi sueño hecho realidad.- Sonrió aún más amplio.

Decidí que debía preguntarle lo que iba a preguntarle y dejar de esperar más.

-Raini...- Comence.- ¿Liz aún esta...?- No me atreví a terminar.

-No.- Al decir eso, su mirada no estaba feliz.- La transfirieron.- Me apretó el hombro.

-¿A dónde?- Un nudo se formo en mi garganta.

-Canadá.- Susurro.

No podía ser.

Si la habían transferido a otro lugar, eso quería decir que no estaba mejorando.

-¿Ellington sabe?- En cuanto hable me di cuenta de cuan estúpida era mi pregunta.

-El fue el que lo decidió.- Me informo ella.

-Vaya.- Suspire.- Creí que algún día iba a mejorar.- Intente no llorar.

-Todos lo creímos así.- Sonrió triste.- Es difícil que te ayuden si no quieres la ayuda.

-Lo se.- Negué con la cabeza para hacer las lagrimas desaparecer.- ¿Y que hay de nuevo aqui? Cuentame como te ha ido en estos años.- La observe.

Guarde mis emociones y actúe como si no me afectara.

Sabia que ella era de las personas que notaban los sentimientos, y que probablemente sepa exactamente lo que estoy sintiendo ahorita, pero si era así, no lo demostró.

-Pues, he conocido a alguien.- Sonrió.

Oh vamos, ¿es que a todos les dio por enamorarse?

No me malinterpreten, me alegro por ella, pero me da miedo que todos aquellos que quiero salgan lastimados.

-¡Oh por dios!- Gritó alguien.

Vi más allá de Raini y sonreí.

-¡Rojo!- Grite emocionada.

-¡Castaña!- Grito.-¡Ahora casi pelinegra!- se corrigió.

Corrí hacia el y me alzó en el aire.

Amaba a este chico. Aunque siempre se burlaba de que era más alto.

-¿Cómo has estado Calum?- Inquiri una vez que me bajo.

-Bien, bien.- Sonrió.- ¿Qué tal Raini?- Se dirigió a mi amiga.

-Bien.- Le contestó ella.- ¿Ya es hora?

-Lo es.- Asintió. Los mire confundida.- Raini me pidió que la acompañara a hacer algunas pruebas para la boda.

-¡¿Boda?!- La sorpresa se detonaba en mi rostro.

La Que No Podía Amar.(Raura) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora