Capitulo dieciocho.

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-Entonces... ¿Qué piensas de ese?- Inquirió mi amigo señalando un anillo bastante caro y llamativo.

-Rydel es de las chicas sencillas... No quiere algo caro, si no algo que valga más emocionalmente.- Le recordé.

-Lo se, pero después de lo que le conte ayer... El hecho de que siga conmigo... Me pone nervioso. Ella merece alguien mejor.- Refrego su rostro frustrado.

-Estoy de acuerdo.- Mire al frente.- No hay hombre en esta tierra que merezca a mi hermana, pero se que haras un buen trabajo.- Le aprete el hombro.

-Yo no tuve la culpa, lo juro Ross.- Me soltó de pronto.

-¿De qué hablas?- Inquiri.

-Del... Nada, olvidalo.- Giro sus vista a la vitrina.- Ese.- Señalo un anillo sencillo con un pequeño diamante rosa.

Era hermoso, y tenia Rydel Lynch escrito sobre el.

(...)

-Te dejo un día y ahora me vas a dejar otra semana.- Hice un puchero.

-No seas dramático Rossy.- Se burló.- Tengo que solucionar algunas cosas con Eliza, no creo que me tome una semana.- Beso mi mejilla.

-Bien.- La abrace.

Rydellington se acerco a nosotros.- Lista Marano.

-Lista.- Susurro.

-¿Ross? ¿Rydel? ¿Rat? ¿Laura?- Una voz demasiado conocida hablo a nuestras espaldas.

Giramos para encontrarnos a mi hermano.- Hola.- Sonrió mi novia.- ¿Qué haces aqui?

¿Soy yo o parece muy emocionada? No, debo ser solo yo.

-Voy a un viaje de negocios a Quebec.- Nos informo.

-¡No puede ser!- Exclamó mi cuñado.- ¡Nosotros vamos a Quebec también!- chocaron los cinco.

-Al parecer llevo dos chicos.- Me guiño el ojo.- Nos vemos en unos días.- Beso mis labios.- Te quiero.- Susurro, con un tono distinto al de siempre... Como si fuera una despedida.

-Te amo.- Su rostro se torno triste.

¿Cómo no lo vi venir? ¿A caso si me iba con ella habria evitado todo?

(...)

-¡Oh por dios!- Rydel reía.

-¿Qué sucede?- Pregunte.

-Ellington me envío la selfie más graciosa del mundo.- Limpio una lagrima falsa.- No puedo creer que me voy a casar con este idiota.- Río.

-Hablando de el...- Intente comenzar.- ¿Cómo te sientes después de lo qué te dijo?- Fui al grano.

-Pues... Estuvo mal, pero lo entiendo, intentaba protejer a Laura, después de todo, estuvo enamorado de ella.- Se encogió de hombros.

-¿De qué hablas?- Pregunte.- ¿De lo de Spencer?

-Claro.- Contesto obvia.- Laura conducía ebria y Ellington dijo que era el.- Me soltó.

-¿De qué hablas? ¿Cuándo fue esto?- El temor se colo en mi voz.

-Oh dios.- Se dio cuenta de su error.- Ella no recuerda... Por eso no te lo dijo.- Se golpeo la frente.- Promete que no dirás nada.

-Solo si me cuentas toda la historia.

-Bien.- Suspiro.- Laura, Ellington y Eliza venían de una fiesta, pero Ellington estaba demasiado tomado como para manejar... Pero el no sabia que Laura también, así que le dio las llaves.- Trago.- Tuvieron un accidente, y el hombre murió... Ellington tomó la culpa, pero como sus padres tenían dinero, nada salio a la luz.- Me aseguro.- El hombre era el padre de Spencer Mackenzie.- Y ahí estaba todo.

Spencer creía que el novio de mi hermana había matado a su papá, y Laura también lo creía... Por eso el llego a ellos, venia con la intención de destruirlos.

(...)

-Hola cariño.- Sonrió mientras se acercaba a mi.- Te extrañe.- Me confeso en un susurro.

-Yo más, amor mio.- La abrace.- ¿Y tus cosas?- Pregunte al notar que no tenia nada.

-Las trae Ellington y Rocky.- Sonrió divertida.

-¿Rocky se regreso con ustedes? Creí que iba por trabajo.- Frunci el ceño.

-Y así fue, pero regresaba hoy también.- Se encogió de hombros sin darle importancia.

-Ya veo.- Asenti.- ¿Noche de películas?- Cambie de tema.

-Solo si terminas de ver una serie conmigo.- Movió sus pestañas.

-Las que quieras.- La abrace.

Había algo en ella y en mi que me decia que disfrutara de todo, que no me preocupara por el mañana, pero el anillo en mi habitación me decia que era hora de dar el siguiente paso.

¿Qué debía hacer?

-Ross...- Susurro en el abrazo.

-Si amor.- Conteste.

-Creo que me he enamorado de ti.- Alzó su vista.- Se que tal vez no sea buena en esto de las palabras o demostrando afecto... Pero lo intentaré.- Suspiro.- Nunca me he sentido como me siento ahora... Tu me haces sentir feliz, me das esa esperanza que nadie más logra hacer que tenga, no se si dure o si sea para siempre... Pero se que es el ahora y quiero disfrutar cada día como si fuera el último.- Me acaricio la mejilla.- Te amo Ross Lynch.

Esa frase lo decidió todo.

Iba a pedirle que se casara conmigo.

(...)

-¡No puede ser! ¡¿Por qué no se dan cuenta?!- Me queje frustrado.

-Tal vez es magia.- Sugirió ella.- Tal vez sus trajes hacen que sea imposible que descubran quienes son. Tendría sentido, ¿no?- Se acurruco aún más en mi.

Laura no era de las personas cariñosas, eso lo sabia yo de sobra, pero ahora todo había cambiado.

Ella y yo salíamos a citas al menos una vez a la semana, y pasabamos de novio y novia a mejores amigos.

Cada vez que sonreía sentia que el aire salia de mis pulmones, pero no quería que dejara de hacerlo. Ella lo era todo para mi.

Tenia miedo.

Tenia miedo que un día decidiera que no era lo suficiente bueno para ella y me dejara.

Una parte de mi ser sabia que eso era exactamente lo que iba a suceder, pero prefería no prestarle atención.

Amaba a Laura, y ella me amaba a mi.

Ella me dijo que me amaba y no habia motivo para creer lo contrario, ¿cierto?

Laura Marano jugo de la manera perfecta con mis sentimientos, y aún asi, puedo asegurar que mis sentimientos por ella siguen intactos, es por eso que ahora me encuentro donde estoy.

Había miles de señales de que algo no estaba bien, de que ella no estaba bien, pero, ¿qué debía hacer yo? Estaba enamorado, estoy enamorado, y cuando eso sucede, cambiar de ideas es casi imposible.


¡Hola, hola, hola!

Lamento no haber publicado ayer... He tenido unas largas semanas, pero pronto volvere. Mientras, espero que disfruten el capitulo.

-Ashley💙

La Que No Podía Amar.(Raura) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora